BUENOS AIRES.- "Homicidio seguido de suicidio". Así caratuló la Justicia las muertes de la astróloga Lily Sullos, de 84 años, y su hermano menor Ludwig Sullos. Ambos fueron hallados sin vida, con un balazo en la cabeza, en la casa que compartían en la localidad bonaerense de La Lucila. La principal hipótesis que manejan los investigadores es que el hombre mató a su hermana y luego se quitó la vida en el marco de un "pacto suicida" entre ambos.

Un jefe policial que participa de la investigación dijo que una amiga de los hermanos recibió ayer a la mañana un correo electrónico escrito en húngaro. En ese texto, los Sullos le comunicaban que habían tomado la decisión de suicidarse.

"No querían separarse. Ya lo habían hablado. Habían hecho un pacto en el que si a alguno de ellos le pasaba algo, el otro lo iba a resolver de esta manera", agregó el comisario mayor Fabián Perroni, titular de la Jefatura Departamental Conurbano Norte.

"Por lo que le manifestaron a la amiga, el detonante sería el grave estado de salud de Lily (...) que estaba muy agravada por un ACV", indicó el jefe policial.

Tras recibir el correo electrónico, la amiga de Sullos se trasladó hasta la casa de los hermanos y como nadie contestaba sus llamados a la puerta alertó a la Policía. Cuando los efectivos y personal de Defensa Civil arribaron al lugar constataron que la vivienda estaba cerrada por dentro, por lo que tuvieron que forzar un portón para ingresar.

Adentro, los policías hallaron a los dos hermanos muertos. Ella estaba sentada en un sillón de su dormitorio y él, sobre la cama de la habitación contigua.

De acuerdo a la primera inspección de los cadáveres, cada uno presentaba un balazo en la cabeza. Se cree que ambos fueron efectuados con un arma de fabricación casera hallada en una de las manos de Ludwig, que era ingeniero e inventor. "Puede que la haya fabricado él", indicó el comisario mayor, que estimó que las muertes se produjeron antes del mediodía.

No tenían familiares

Los pesquisas se inclinaron por la pista del "pacto suicida" ya que, además del correo electrónico y el testimonio de la amiga de los hermanos, no hallaron signos de la presencia de una tercera persona en la vivienda.

"Vivían los dos acá pero no tenían otros familiares. Tenían amigos. Y eso hizo que el vínculo se estrechara mucho más entre los dos hermanos y hayan tomado esta decisión", concluyó Perroni.

El hecho es investigado por personal de la Jefatura departamental Conurbano Norte y la fiscala de Instrucción de Vicente López, Beatriz Molinelli, quien supervisó el hallazgo. (Télam)