El pedido formulado el viernes por la comisión directiva del club Natación y Gimnasia para que el Tribunal de Cuentas (TC) audite la construcción de un estadio de hockey fue cuestionada por el peronista disidente Enrique Fernando Romero.

El presidente de la dirigencia del club, Juan Luis Aráoz, había señalado que se solicitó la inspección para disipar dudas acerca de la utilización del subsidio de $ 10 millones -que autorizó el año pasado la Legislatura- para la construcción del estadio. Pero Romero, quien denunció presuntas irregularidades ante la Justicia penal, remarcó que el TC no está habilitado para realizar esta revisión.

Según el peronista disidente, la petición de los dirigentes exceden las funciones del ente de control. "El TC no puede auditar una asociación civil de carácter privado, porque carece de su jurisdicción. Pero, si pudiera hacerlo, se da la paradoja que Raúl Basilio (actual titular de la Dirección Provincial de Vialidad) es vicepresidente del club", dijo.

En este sentido, Romero apuntó que el presidente del TC, el contador Miguel Terraf, integra o integró la Junta Electoral de Natación. "Basilio desconoce que todo funcionario responsable de bienes públicos responderá de los daños que, por su culpa o negligencia, sufra el patrimonio fiscal. Peor aún. Desconoce la Ley Nº 3485 por la que se creó Vialidad que fija que este ente se creó para atender la Red Vial de la Provincia, no para hacer un estadio", agregó. Así, Romero cruzó a Aráoz que justificó la intervención de Vialidad aduciendo que la obra estaba a cargo del Ente de Infraestructura, que -según dijo- puede utilizar esos recursos. "Natación no tenía terreno y se lo cedió el Municipio. Le dieron $ 10 millones y la mano de obra la pone Vialidad. Ese estadio debería ser provincial y no de una entidad privada", concluyó.