La última brasa se extinguió a las 17.30 y con ella se llevó la preocupación de cinco días para contener el fuego. Pero quedó la solidaridad de una sociedad para reconocer el inconmensurable trabajo de decenas de personas que apagaron el incendio que se desató en el cerro San Javier.

Ayer, los especialistas tenían la esperanza de poder terminar con el fuego. Fue, tal vez, el día más tranquilo, según dijo el jefe de los bomberos voluntarios de Yerba Buena, Hernán Rodríguez Salazar. Pero por las dudas, habrá guardias durante la noche por si alguna llama rebelde amenaza con renacer. Fernando Torres, director de Defensa Civil provincial, explicó que las tareas comenzaron ayer a las 9. "Las actuales condiciones del clima nos ayudan y si todo marcha bien, hoy extinguiremos el fuego", sostuvo al mediodía.

"El fuego estuvo en una zona baja y los bomberos pudieron acceder con relativa facilidad, por lo que la tarea se hizo menos compleja", comentó Torres. Además, ayer ya contaron con el avión del Plan Nacional del Manejo de Fuego que había sufrido un desperfecto. De esa manera, se sumó a la aeronave de Juan Carlos Yoris y de su hijo Mario.

Mucho por enseñar

El jefe de Guardaparques de la Universidad Nacional de Tucumán, Ramón Imbert, destacó el trabajo en conjunto que realizaron personas provenientes de distintos lugares. "Todos aportaron su grano de arena", afirmó.

Entre los que lucharon contra el fuego, además de Guardaparques, de bomberos voluntarios de varias ciudades y de Defensa Civil, trabajaron empleados de la comuna de San Javier y de la municipalidad de Yerba Buena, y los miembros del Aeroclub.

"Nos quedó el entusiasmo para enseñar a mucha gente que desconoce el tema forestal, sobre todo lo que tiene que ver con incendios forestales. Esta fue una semana complicada en varios puntos del país por las altas temperaturas, y aquí trabajamos mana a mano sin importar cuestiones de género", dijo Imbert. "Ahora a alistar equipos y dejarlos en condiciones", agregó.

A evaluar daños

Anoche, los bomberos voluntarios de Yerba Buena se reunieron antes de retornar a sus casas, para realizar un balance del trabajo de la semana. "Tenemos que trabajar para recuperar los equipos que se dañaron, ver cuáles son los daños de las unidades y cuándo podremos arreglarlos", explicó Rodríguez Salazar.

Los equipos que se dañaron, en su mayoría, son las vestimentas utilizadas, aunque también deben hacer arreglar la camioneta. "Es un monto bastante importante; ahora tenemos que ver cómo recuperamos todas esas cosas, pero tiene que ser pronto porque tenemos que estar listos para la siguiente salida", dijo el jefe de bomberos de Yerba Buena.

Luego, cada uno de los bomberos retornó a sus viviendas cansados pero satisfechos por la tarea cumplida. "Más que dormir, queremos estar con la familia, charlar con ellos, despejar la cabeza. Por suerte es fin de semana", dijo el bombero.

Luego, el lunes, tendrán que volver a la rutina de sus trabajos diarios; hasta que el teléfono vuelva a sonar.