Jorn Bender y Daniel Schnettler - DPA
FRANKFURT, Alemania/NUEVA YORK, Estados Unidos.- Una caja de cartón con algunas pertenencias. Eso es lo único que les quedó a los empleados del banco norteamericano Lehman Brothers, cuando quebró hace cinco años. De un momento a otro tuvieron que abandonar sus oficinas aquel 15 de septiembre de 2008. La tradicional entidad financiera había sobrevivido a la Guerra de Secesión, a dos guerras mundiales y a múltiples caídas de la bolsa. Pero con sus arriesgados negocios en el mundo inmobiliario cavó su propia fosa. Las imágenes de los banqueros que abandonaron la sede central en Nueva York, con una caja de cartón en sus brazos, recorrieron el mundo. Pero pocos analistas intuirían entonces cuánto iba a afectar esa quiebra, ya sea por la recesión económica que siguió, o mediante las multimillonarias ayudas estatales para salir al rescate de los bancos. De hecho, parte de ese dinero aún no se ha devuelto.
La quiebra de Lehman Brothers marcó el punto culminante de la crisis financiera global. "De pronto nos vimos ante el peligro real de una catástrofe económica", había escrito el Nobel de Economía, Paul Krugman, en una columna publicada en el diario "The New York Times". El castillo de naipes no se desarmó del todo, únicamente gracias a los contribuyentes cuyo dinero sostuvo la situación. El Citigroup recibió U$S 45.000 millones de Washington, igual que el Bank of America. También otras entidades de Wall Street se vieron beneficiadas con inyecciones financieras. El gobierno estadounidense aportó, incluso, un paquete de rescate de más de U$S 182.000 millones para la gran aseguradora AIG. El objetivo de todo esto fue recuperar la calma y la confianza de los mercados.
"Lehman alemán"
En Alemania, uno de los países cuyos bancos resultaron afectados por la crisis hipotecaria internacional, el mensaje también fue claro: "no puede haber un caso Lehman alemán", había subrayado Jochen Sanio, quien por entonces era presidente del organismo de vigilancia financiera Bafin. La compañía Hypo Real Estate fue totalmente nacionalizada. El banco Commerzbank, también fue estatizado, aunque en parte. La fuente de financiación de este proceso fueron, una vez más, los contribuyentes.
Desde su fundación, a fines de octubre de 2008, y hasta 2012, el fondo alemán de estabilización de mercados financieros Soffin acumuló 21.500 de euros de pérdidas. "Salvar bancos no es ningún negocio", había comentado Christopher Pleister, quien presidía la compañía. El Estado alemán aún tiene un 17% de las acciones del Commerzbank. Para que valga la pena desprenderse de esos papeles, la acción debería subir, al menos, a 20 euros (un valor que superó por última vez en julio de 2011). Actualmente, los títulos no llegan ni a la mitad de ese importe. En cambio, en Estados Unidos, el gobierno corrió con mejor suerte. Gracias a los mayores intereses para las ayudas y a una subida de las acciones, Washington pudo salir beneficiado de la asistencia que recibieron los bancos locales. Sin embargo, el balance general es negativo, también en Estados Unidos, debido a la costosa recuperación de las automotrices General Motors y Chrysler, y a la nacionalización de los dos mayores bancos hipotecarios: Fannie Mae y Freddie Mac.
Analistas norteamericanos estiman que el plan de rescate conocido como Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés) tuvo finalmente un costo de U$S 21.000 millones. En un primer momento, se había estimado que el programa consistiera de U$S 700.000 millones para las entidades en crisis, pero finalmente, según datos provistos por la secretaría del Tesoro de Estados Unidos, la cantidad que se inyectó ascendió, hasta ahora, a U$S 421.000 millones. En el bloque europeo, en tanto, los países miembro pusieron a disposición de los bancos casi 3,2 billones de euros, entre 2008 y 2011, sobre todo en forma de garantías y de capital propio. (DPA)
Cronología de una hecatombe
15 DE SEPTIEMBRE DE 2008.- "Lunes negro" en Wall Street: el banco Lehman Brothers, que perdía millones de dólares por sus negocios con créditos inmobiliarios, se declara insolvente. Las bolsas se derrumbaron.
16 DE SEPTIEMBRE.- La poderosa aseguradora AIG entra en crisis y pide un capital de emergencia. Los bancos centrales inyectan 150.000 millones de euros en el mercado financiero.
17 DE SEPTIEMBRE.- La Reserva Federal de Estados Unidos salva a la empresa de seguros AIG de un quiebre drástico con un crédito de U$S 85.000 millones.
18 DE SEPTIEMBRE.- Bancos centrales de todo el mundo refrescan los mercados con millones de dólares y euros. El británico Lloyds TSB controla el Halifax Bank of Scotland (HBOS).
19 DE SEPTIEMBRE.- El Gobierno de EEUU anuncia su paquete de rescate para el sector financiero por U$S 700.000 millones, lo que desata la euforia en las bolsas del mundo.
21 DE SEPTIEMBRE.- El modelo de bancos de inversión independientes que funcionó durante 75 años en EEUU desaparece. Las últimas instituciones de este tipo, Goldman Sachs y Morgan Stanley, se convierten en bancos comerciales.
24 de Septiembre.- En un mensaje televisado, el presidente norteamericano, George Bush, pide comprensión a los ciudadanos y apoyo a los políticos para aprobar su plan de rescate, sin el cual espera un panorama de pánico y de recesión.
25 de septiembre.- Washington Mutual protagoniza la mayor quiebra de un banco en la historia de Estados Unidos y es rescatada por el JPMorgan Chase.
29 de septiembre.- La Cámara de Representantes rechaza el plan de rescate. La crisis aterriza en Europa. Reino Unido y Alemania intervienen para salvar a sus principales bancos.
30 de septiembre.- El gobierno irlandés aprueba garantías por 400.000 millones de euros para todos los depósitos de los seis bancos más grandes del país, al borde de la quiebra.
3 de octubre.- Tras varios días de negociaciones para salvarse de la quiebra, el cuarto mayor banco de EEUU, Wachovia Corp, anuncia su fusión con Wells Fargo. La Cámara de Representantes aprueba la mayor intervención gubernamental en los mercados en la historia de Estados Unidos.
5 de octubre.- El gobierno alemán anuncia una garantía completa para los depósitos privados. El paquete de rescate para el Hypo Real Estate (HRE) sube de 35.000 a 50.000 millones de euros. Este banco será posteriormente nacionalizado y recibirá garantías por más de 100.000 millones de euros.
7 de octubre.- El primer ministro de Islandia, Geir Haarde, alerta sobre la situación de bancarrota nacional y asume el control del sistema bancario.
8 de octubre.- Seis grandes bancos centrales rebajan de forma conjunta los tipos de interés pero sólo logran mitigar ligeramente el pánico en las bolsas.
13 de octubre.- El gobierno alemán lanza un paquete de rescate bancario de 500.000 millones de euros y el de Francia uno de 360.000 millones.
13 de octubre.- En una cumbre del G20 en Washington se avanza hacia una reforma del sistema financiero mundial. Los bancos deben apartar millones de dólares para conseguir una mejor prevención ante posibles riesgos. Se aprueba una reforma del Fondo Monetario Internacional para crear una especie de cortafuegos a posibles crisis financieras. (DPA)