GINEBRA.- Los cancilleres de Rusia y de Estados Unidos, Sergei Lavrov y John Kerry, acordaron convocar a una cumbre para la paz en Siria, y que Ginebra sea la sede de las reuniones de las partes en conflicto. La fecha sería definida a fin de mes.
Pese a que aún mantienen diferencias en muchos aspectos, los funcionarios se reunieron con el mediador de la ONU y de la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, para avanzar en una salida política a la guerra civil iniciada hace dos años y medio, en la que murieron más de 100.000 personas y seis millones se evacuaron.
"Discutimos sobre el trabajo que cada uno tiene que hacer. Ambos estamos muy preocupados por el aumento de la espiral de destrucción en Siria. Las dos partes están provocando cada vez más refugiados y más catástrofe humanitaria", señaló Kerry. Lavrov dijo que el requisito para la paz es que los adversarios al régimen de Damasco "acuerden un Gobierno de transición en el que estén representados todos los sectores".
Kerry además recordó que uno de los ejes es definir los mecanismos para la supervisión y destrucción, por parte de la comunidad internacional, del arsenal tóxico sirio. En un gesto en esa línea, el presidente, Bashar al Assad, pidió incorporarse a la Convención Internacional sobre Armas Químicas, y solicitó ayuda técnica para su implementación.
La medida fue elogiada por el presidente ruso, Vladimir Putin, que la calificó como un "paso importante hacia la resolución de la crisis" y la confirmación de "la seria intención de nuestros socios de seguir este camino. China también dio la bienvenida a la decisión y su presidente, Xi Jinping, llamó a los bandos en pugna a declarar una tregua. "Las negociaciones de paz tienen que llevar a una solución política", aseguró.
Informe esperado
La crisis se profundizó tras el ataque con gas venenoso del 21 de agosto a suburbios de Damasco. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, adelantó que confía en que los expertos del organismo "darán un informe aplastante y abrumador de que armas químicas fueron utilizadas", y consideró que Al Assad "ha cometido muchos crímenes contra la humanidad", aunque no lo responsabilizó directamente del uso de armas tóxicas.
EEUU también espera las conclusiones de los especialistas, que se conocerían la próxima semana. La vocera en temas de relaciones exteriores, Marie Harf, señaló que se confía en que el reporte "ratificará que se usaron armas químicas", pero sin determinar responsables. Washington mantiene su reclamo de que el Consejo de Seguridad de la ONU intime a Al Assad a que entregue su arsenal, con la amenaza de acciones bélicas si no lo hace, pese al rechazo ruso sobre estos términos. (DPA-Reuters-Télam)
PRESIÓN POR EL DESARROLLO NUCLEAR.- Estados Unidos e Israel presionaron a Damasco en la agencia de control nuclear de Naciones Unidas para que permita una investigación sobre sus actividades en las usinas atómicas. En 2007, Israel bombardeó un reactor, diseñado por Corea del Norte, que permitía fabricar plutonio. "Siria es tan confiable en el campo nuclear como en el campo químico", dijo el embajador israelí Ehud Azoulay. (Reuters)
ARSENAL DISPERSO.- Una unidad militar secreta del Gobierno de Bashar Al Assad repartió parte del arsenal de armas químicas sirio en 50 diferentes sitios del país, informó el diario norteamericano The Wall Street Journal. El objetivo es dificultar un ataque militar de Estados Unidos, pero esta acción también genera dudas acerca de la implementación del plan de Rusia para destruir esas armas. (DPA)
Rebeldes quieren obtener gas sarín.- Grupos rebeldes islamistas sirios están intentando obtener el gas nervioso sarín, a través de Turquía. El tóxico estaría destinado al islamista Frente al Nusra y el grupo rebelde Ahrar al Sham. La acusación se basa en conversaciones telefónicas espiadas, afirman diarios turcos. En mayo, algunos medios hablaron del hallazgo de gas sarín en la provincia de Adana, que supuestamente había sido trasladado desde Libia a Turquía. (DPA)
A LA ESPERA DE ARMAS.- El Ejército Libre de Siria está esperando aún los envíos de armas y municiones prometidos por Estados Unidos, dijo ayer su líder, el general Salim Idriss. Los rebeldes recibieron ayuda humanitaria, incluyendo alimentos y medicamentos, así como equipamiento militar, como chalecos antibalas, lentes de visión nocturna, aparatos de comunicación y computadoras, pero "no apoyo militar directo". Las necesidades más urgentes de los insurgentes son misiles antitanque y antiaéreos. Legisladores norteamericanos manifestaron su preocupación de que las armas podrían caer en manos de fundamentalistas islámicos vinculados con la red terrorista Al Qaeda. (DPA)
Temores entre los cristianos.- El obispo armenio católico de Alepo, Moutros Marayati, afirmó que si se llegara a dar un período de tregua en Siria, "los cristianos sólo pensarán en escapar". "Ninguno de los muchos grupos que componen las milicias rebeldes hicieron llegar una señal capaz de tranquilizar a los cristianos", aseveró. (Télam)
NAVES DE GUERRA RUSA EN LA ZONA.- El comandante en jefe de la Armada rusa, almirante Víctor Chirkov, anunció que su país aumentará la presencia naval en el Mediterráneo, incluida su zona oriental, que baña las costas de Siria, "hasta un nivel suficiente para garantizar el cumplimiento de las misiones asignadas". "Todas las flotas de mundo hacen lo mismo: están donde aumentan los niveles de tensión", explicó. Actualmente, Rusia mantiene en la zona siete navíos de guerra. (Télam)