Ayer, los ciclistas y los corredores que habitualmente recorren las sendas de Horco Molle encontraron dos novedades en sus travesías: el sonido constante de los aviones hidrantes, sobrevolando sobre sus cabezas, y la presencia de policías en motos, recorriendo los caminos de montaña.
Después de que LA GACETA publicara en su edición del jueves una crónica sobre el encuentro que mantuvo el gobernador José Alperovich con un grupo de deportistas, quienes lo siguieron mientras completaba su rutina de bicicleta y se le acercaron para pedirle que no les roben las bicis, desde ahora se observan varios efectivos, que incluso se animan a introducirse en los complicados circuitos.
Justamente, uno de los pedidos de los atletas era que los policías patrullaran, además de la avenida Perón, los senderos que conducen a San Javier, puesto que es ahí donde los deportistas se sienten inseguros y han denunciado asaltos.
Estela Figueroa -ciclista, fundadora de la organización "No destruyan mi cerro" y organizadora de la movilización del martes- contó que desde el Ministerio de Seguridad Ciudadana les indicaron que intensificaran el patrullaje de 11 a 22, y que se les solicitó a los ciclistas que denuncien las situaciones de inseguridad.