Por primera vez, después de muchos años, la Iglesia de Tucumán recurrirá a los vicepatronos de la ciudad de San Miguel de Tucumán, San Simón y San Judas Tadeo, para pedirles su intercesión ante Dios a fin de que haga llover sobre estas tierras. Las históricas imágenes solían sacarse en procesión en tiempos inmemoriales, en los momentos de gran sequía. El arzobispo monseñor Alfredo Zecca vio conveniente volver a reeditar esas viejas tradiciones para invocar la bendición del agua. En la Catedral, donde se conservan las antiguas imágenes traídas desde Ibatín, se oficiará la misa impetratoria, mañana a las 20,30. Como lo consigna el historiador Carlos Páez de la Torre (h) en LA GACETA del 14/10/2009, "el lenguaje popular llamaba a estas imágenes ' Los galleguitos' , y se las sacaba en procesión en los casos de grandes calamidades, como sequías y epidemias". También dice que "un acta del Cabildo de Tucumán, de 1817, es reveladora de las propiedades milagrosas que se atribuían a los vicepatronos". El historiador de LA GACETA cuenta también que el 6 de noviembre de 1817 se reunieron los cabildantes y ante ellos el alcalde de Primer Voto les propuso hacer lo siguiente: "para remediar los males inductivos al público a causa de la extraordinaria seca, debía interesarse la protección de los Santos vicepatronos San Simón y San Judas Tadeo, a fin de que inclinando la piedad del Autor de todo ser, nos conceda lluvias saludables en la ciudad y sus campañas". En tiempos en que la fe se ve fortalecida por el papa Francisco, el nuevo párroco de la Catedral, padre Marcelo Barrionuevo, convocó a todos los tucumanos a volver a la tradición de invocar a los fundacionales y también olvidados vicepatronos de la ciudad.