Es sabido que en el salón de actos de la Corte Suprema de la Justicia de Tucumán, se halla el antiguo mueble -conocido como "el arcón"- que sirvió para guardar el archivo de nuestra ciudad, en la época fundacional. El 21 de marzo de 1941, se realizó el acto de recepción del mismo. Sus antecedentes constan en la acordada del alto tribunal de ese día.
Según la misma, en 1940, el Ministerio de Gobierno pidió a la UNT, "la devolución del arcón que sirvió de archivo a la documentación relativa a la fundación de Tucumán". La casa de estudios lo puso a su disposición: estaba depositado en la Escuela de Dibujo y Artes Aplicadas.
El mueble pasó entonces a la Corte. El 20 de noviembre de ese año 1940, el presidente, doctor Juan Heller, decretó: "procédase a la restauración del valioso mueble y apreciada reliquia, destinándole un lugar especial en la biblioteca".
Luego de "una indispensable restauración, que ha consistido en lijar superficialmente la madera y darle una mano de cera incolora para preservarla de los ultrajes del tiempo, con el fin de conservar a dicho mueble la mayor autenticidad", el doctor Heller donó una placa conmemorativa para colocarla sobre su puerta.
La leyenda de la placa fue redactada por el ex gobernador, doctor Ernesto Padilla, durante cuyo mandato los poseedores del arcón lo donaron al Estado. La leyenda expresaba: "este arcón guardó el archivo de la primitiva ciudad de San Miguel de Tucumán. Transportado en carreta al asiente definitivo de La Thoma, año 1685. Depositario último, el escribano don Agustín Sal. Su hijo, don Pedro G. Sal, lo donó al inaugurarse el Museo Provincial, año 1916".