Gonzalo Valor no iba a salir el sábado a la noche porque su papá Miguel Ángel prefería que se quedara en casa. Insistió tanto que al final su mamá, María Cristina, le dio plata para que fuera a bailar con sus amigos. "No tendría que haber salido, mamá", le dijo Gonzalo a la mujer cuando lo llevaban al quirófano el domingo a la mañana. Unas horas antes lo habían apuñalado cuando quisieron asaltarlo.

Ayer a la mañana, Matías Valor (hermano mayor de la víctima) recorrió con LA GACETA los 200 pasos que caminó Gonzalo desde el lugar en el que fue abordado por cinco ladrones, hasta el lugar donde cayó rendido al perder fuerzas. "Sabemos que son de la banda de 'Los matones de la plaza vieja'", comentó Matías.

El ataque ocurrió el domingo alrededor de las 5.45. Gonzalo Valor regresaba de bailar a su casa del barrio Apunt, en La Rinconada. Se bajó de un taxi frente al predio donde funciona la feria de la Plaza Vieja y caminó por el barrio Juramento. En el trayecto intentaron asaltarlo.

"Gonzalo me contó que le pedían la billetera y el teléfono celular. Sólo tenía $ 10 y él les estaba por entregar todo cuando le pegaron la puñalada en la espalda", relató Matías. Su hermano comenzó a forcejear con los ladrones, que lo golpearon en distintas partes del cuerpo. El entrenamiento que todos los días realiza en un gimnasio de la zona le permitió sacarse de encima a sus agresores, quienes alcanzaron a hacerle tres cortes en distintas partes del cuerpo con una navaja.

"Cuando lo llevaba al hospital Carrillo en la camioneta vimos a un chico de campera blanca y Gonzalo me dijo que era el que apuñaló", contó Matías, quien persiguió al sospechoso hasta la vuelta de la plaza. Un grupo de jóvenes se acercó a la camioneta y le tiraron botellas de vidrio que contenían vino. Matías retrocedió pero alcanzaron a romperle la luneta trasera.

"Tanto en el Carrillo como en el Centro de Salud se portaron de 10. Los médicos lo llevaron rápido al quirófano", destacó Matías.

"A nadie más"

María Cristina, la madre de Gonzalo, sentía culpa por lo que le había pasado a su hijo. "Ahora no quiero sentir la culpa de que esto le pase al hijo de alguien más. Casi matan al mío; es necesario que hagan algo", dijo la mujer.

La mamá de Gonzalo se preguntó dónde están los vehículos que supuestamente destinaron a la comisaría de Yerba Buena. "Cuando mi marido y mi hijo lo llevaron a Gonzalo en la camioneta, llamé a la Policía. Llegaron en una moto destartalada y el patrullero en el que me llevaron al hospital se paraba a cada rato", se quejó.

Desde ayer, un control policial se ubicó en avenida Solano Vera al 1.000, frente a la Plaza Vieja. El caso de Gonzalo se sumó a los constantes robos que sufrieron los comerciantes de la zona. Todos señalaron a "Los Matones de la Plaza Vieja", un grupo de menores que se juntan en ese paseo.

"Lo mismo que le pasó a Gonzalo le sucedió a otro vecino hace 15 días. Llegaron a realizarle cortes en los brazos, pero un vecino lo auxilió. Son los mismos. Los vecinos estamos pensando en reunirnos para exigir respuestas", manifestó Fernando, que tiene una despensa en el barrio Apunt.