CHACO, (Mariana Segura, enviada especial).- La pelota primero busca su cabeza, después encuentra la red. Miguel Fernández es paso obligado para una bola que sólo quiere morir en la red. Y bienvenida sea la onda para "Monito", que se va de Chaco chocho. "Estoy muy contento", dice cuando le hablan del famoso gol N° 13. Al final, fue el de la suerte en tierras ajenas. El 9 jugó su segundo partido de titular y encontró eso que le negó Libertad, en La Ciudadela. "Se dio la efectividad que no apareció en el partido pasado donde tuvimos las chances y no marcamos. Pero hoy (por ayer) sí las supimos aprovechar, por eso nos vamos con los tres puntos", dijo el goleador y analista de estas cuestiones de conquistas.
El grito del "Monito" dice mucho: no sólo pagó adentro esa confianza que ni bien volvió a San Martín había en él, también agiganta las expectativas. Más de uno ya afirmó que de ahora en adelante el arco estará abierto para él. "Espero que sea así porque quiero darle mucha alegría al hincha de San Martín", devuelve él las gentilezas. La nueva meta: seguir igual. "Quiero mantener el nivel en los partidos que vienen porque me sentí muy bien", dice el delantero.
Su salida, anticipada para muchos, tuvo que ver con dos cosas. La primera fue de pura táctica, algo que estaba en los planes "santos". La apuesta fue a la contra y a la rapidez de Tambussi arriba, sin "Monito", pero con Domenez colaborando en el buen juego del medio. "Salí porque estaba un poco cansando. No venía con mucho ritmo y me estaba costando", afirma sincero el goleador. Ese fue el segundo motivo de su cambio y por eso tuvo una promesa: " jugar los 90".
Fernández ya adquirió fineza. Sus bochas, casi todas, siempre van colocadas. El tiempo y el trabajo le darán lo que le falta: ritmo y velocidad.
"Voy a seguir trabajando duro para llegar a todos los partidos bien y tratar de seguir haciéndolo". Miguel habla de goles. Es que los tiene entre ceja y ceja. Aceita su máquina y, en el camino, cumple promesas. Los goles del "Monito", que ya iban a venir, comenzaron a llegar.