El presidente estadounidense Barack Obama aseguró que su país debe concretar acciones militares contra el régimen sirio, pero dejó supeditado un posible ataque a la decisión del Congreso de su país, que deberá debatir en las próximas horas.

Cuando se advertía que la ofensiva militar contra el país de medio oriente era inminente, Obama salió a hablar el público y dejó en stand by una posible guerra, hasta que los congresales den su opinion. 

Se aguardaba que el mandatario anunciara acciones militares de castigo contra el régimen de Bashar Al Assad tras las masacres con armas químicas perpetradas contra civiles presuntamente por orden del Gobierno de Damasco, pero esto no sucedió. "He tomado una segunda decisión: voy a buscar autorización del uso de la fuerza en los representantes de los estadounidenses", dijo el mandatario. "Tenemos que tomar acciones decisivas ante este acto abominable y estoy ispuesto a dar la orden. Pero considero que nuestro poder radica también en nuestro ejemplo de democracia, por eso pediré autorización al Congreso", dijo Obama en una breve alocución frente a la Casa Blanca 

"No podemos y no haremos vista gorda a lo que pasó en Damasco", afirmó. 

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, consideró un "absoluto disparate" que el gobierno sirio haya empleado armas químicas contra tropas rebeldes, al tiempo que pidió a Barack Obama, que como Nobel de la Paz, piense en las posibles víctimas antes de disponer una intervención militar.

También recordó que otras acciones militares de Estados Unidos no trajeron paz a los países intervenidos, informó la agencia de noticias EFE.

"¿Acaso se resolvió aunque sea un sólo problema en Afganistán, Irak o Libia? Porque allí no hay ni paz ni democracia alguna como supuestamente pretendían nuestros socios, no hay ni una paz civil elemental ni equilibrio", destacó el líder del Kremlin ante la prensa.