WASHINGTON/LONDRES.- Desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, los recursos y el desarrollo de los servicios de inteligencia de Estados Unidos crecieron de manera descomunal, según publicó ayer el Washington Post en su edición online, con material aportado por el informante estadounidense Edward Snowden.
De acuerdo con los nuevos datos, el presupuesto para programas de vigilancia y espionaje ascendió a U$S 52.600 millones anuales. El documento de 178 páginas, considerado altamente confidencial, ofrece por primera vez una visión detallada de las prioridades, objetivos y problemas de los servicios secretos con sus 107.000 empleados.
En el informe, se presenta a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como la mayor organización gubernamental de espionaje, cuyas operaciones se estiman en aproximadamente U$S 14.700 millones por año. Por su parte, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) cuenta con un presupuesto de U$S 10.300 millones, pero es la encargada de recopilar datos personales de usuarios de Google, Facebook, Skype y otras compañías estadounidenses bajo un programa secreto conocido como Prisma.
El escándalo del espionaje global a comunicaciones por teléfono y por Internet sigue sacudiendo también a Gran Bretaña. Ayer, el funcionario británico, Oliver Robbins, aseveró ante la Corte Suprema de Justicia que las filtraciones dañaron la seguridad nacional y podrían revelar la identidad de espías ingleses en el exterior, lo que pone en riesgo su vida.
Robbins aseguró que el brasileño David Miranda (pareja del periodista del diario The Guardian, Green Greenwald), llevaba el disco duro de una computadora que contenía 58.000 documentos clasificados de inteligencia cuando fue detenido por nueve horas en el aeropuerto de Heathrow, este mes. Greenwald ha encabezado la cobertura del periódico británico sobre la información de Snowden, quien trabajó para la NSA. El arresto de su compañero fue considerado un acto abusivo de Londres, según grupos defensores de los derechos humanos.
"Una preocupación particular para el Gobierno británico es la posibilidad de que la identidad de un funcionario de inteligencia británico pueda ser revelada. Se sabe que el material recopilado contiene información personal que permitiría identificar al personal, incluyendo aquellos en el extranjero", aseveró consejero de Seguridad Nacional en el Ministerio de Interior. Agregó que Miranda había mostrado "muy poco juicio en sus dispositivos de seguridad", al hacer fácilmente accesibles las contraseñas para ver al material que trasladaba y que le fue secuestrado por las autoridades policiales que intervinieron.
La abogada de Miranda, Gwendolen Morgan, refutó el planteo al asegurar que eran "afirmaciones imprecisas y extensas sobre seguridad nacional". Snowden enfrenta cargos de espionaje en Estados Unidos, y actualmente goza del estatus de asilado humanitario en Rusia. En el futuro, podría refugiarse en América Latina, ya que Venezuela, Nicaragua y Bolivia le ofrecieron amparo. (DPA-Télam)