WASHINGTON/AMMAN/LONDRES.- La posibilidad de un bombardeo occidental sobre Siria se dilata a la espera de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que ayer no avanzó en el debate y ante las sorpresivas dificultades que encontró el primer ministro británico, David Cameron, para que el Parlamento apruebe la línea dura que propuso. El rechazo de los opositores laboristas y las divisiones entre el oficialismo conservador complicaron a Cameron. "Está claro que el Parlamento y el pueblo británico no desean una acción militar, lo entiendo y actuaré en consecuencia", indicó tras ser derrotado por 285 contra 272 votos.
Pero la demora se vincularía también con el despliegue en Damasco del equipo de expertos de la ONU en armas químicas, que dejará mañana el país, luego de recolectar las pruebas para definir la responsabilidad del presidente sirio, Bashar Al Assad, en el ataque sufrido por civiles la semana pasada.
El mandatario reiteró ayer que "se defenderá de cualquier agresión" y que los sirios están dispuestos a librarse "del terrorismo apoyado por Israel y los países extranjeros". "Las amenazas de un ataque aumentarán la defensa de nuestros principios firmes, de las decisiones independientes y de la conciencia popular en el mundo árabe", dijo.
El calendario avanza con la mira puesta en el jueves, cuando empiece en San Petersburgo la cumbre del G20, en la que Oriente Medio será el tema excluyente; posiblemente, toda intervención armada sea decidida luego de esta reunión. El presidente anfitrión, Vladimir Putin, afirmó que los líderes occidentales usan los derechos humanos como un pretexto para imponer su voluntad sobre otros Estados soberanos. Los cinco miembros permanentes del CS (Francia, Rusia, EEUU, el Reino Unido y China) se reunieron ayer para tratar de encontrar una difícil salida diplomática, ante el pedido británico para que se autoricen incursiones aéreas. Pekín pidió contención a todas las partes. "La interferencia militar externa va contra el objetivo de la Carta de la ONU y de los principios básicos de las relaciones internacionales", advirtió su Cancillería, y ratificó "su firme oposición a todo uso de armas químicas en Siria".
En la región aumentan los despliegues militares. Rusia envió dos buques de guerra al mar Mediterráneo, y el Reino Unido desplegó aviones en Chipre. La canciller de Alemania, Ángela Merkel, fue ayer la mandataria más activa. Instó a Putin a usar el CS para alcanzar "una reacción internacional rápida y unánime", con lo que instó a evitar el veto de Moscú, aliado clave de Damasco. "Estuvieron de acuerdo en que el conflicto sólo puede resolverse políticamente y en que hay que seguir los esfuerzos por convocar una Conferencia Internacional sobre Siria", dijo la Cancillería.
Merkel también habló con el presidente francés, François Hollande, y acordaron que debe haber una respuesta ante la violación de los derechos humanos, pero luego de escuchar a los expertos de la ONU. "Debe hacerse todo lo posible para lograr una solución política, pero ella vendrá solamente si la coalición opositora siria aparece como una alternativa y si la comunidad internacional es capaz de intervenir y detener esta escalada de violencia, donde la masacre química es una ilustración", sostuvo Hollande, que no necesita autorización parlamentaria para sumarse a un ataque.
En un intento de suavizar posiciones y ante el endurecimiento de su frente interno, Cameron dijo que esperará las conclusiones de los especialistas antes de tomar una decisión y admitió que no tiene pruebas concluyentes que demuestren la culpabilidad del régimen de Damasco en la masacre. "Sería impensable proceder si existe la oposición abrumadora en el CS", reconoció ante los parlamentarios de su país.
Del mismo modo se pronunció el primer ministro italiano, Enrico Letta: "si Naciones Unidas no lo respalda, Italia no participará" en una ofensiva. Sin embargo, consideró que "se debe responder con fuerza a Al Assad y a su régimen por los horrores que ha cometido".
Miembros del gabinete del presidente, Barack Obama, informaron ayer las últimas novedades a los líderes del Congreso, mientras que el diario The New York Times publicó que los servicios de inteligencia del Gobierno no tienen ninguna prueba concreta y sólida del uso de arsenal tóxico por parte de Al Assad. Señaló que el tema se vincula con la seguridad nacional de los EEUU. "Si decimos de una manera clara y decisiva, pero muy limitada, 'dejen de hacer esto', puede tener un impacto positivo a largo plazo (en su país) y también en el sentido de que las armas químicas no volverán a ser usadas nunca más contra civiles inocentes", sostuvo. Aunque Obama no tomó una decisión, anoche cobró fuerza la idea de que EEUU podría actuar en soledad en el conflicto. (Télam-DPA-Reuters)