Walter Schmidt - Columnista de DyN
BUENOS AIRES.- Las elecciones legislativas del 27 de octubre reflejarán cabalmente si la reacción del Gobierno nacional de realizar algunas "correcciones" al rumbo de su gestión fue a tiempo o si resultaron tardías, a la hora de cambiar su imagen ante los votantes.
La decisión de la presidenta, Cristina Fernández, de subir el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias fue producto del reclamo de la oposición durante la campaña electoral, así como de los propios sindicatos oficialistas. Pero sólo el traspié de las primarias pudo torcer esa voluntad.
La Presidenta ha demostrado que puede dar un paso atrás cuando se ve acorralada: pasó con otros temas, como la reforma del Consejo de la Magistratura o, en menor medida la designación del titular del Ejército César Milani. Con el Consejo, luego de las críticas del CELS, decidió modificar el proyecto; con Milani, después de los duros cuestionamientos, determinó postergar el tratamiento de su pliego, sacándolo del centro de la polémica.
Algo similar ocurrió como la designación del archienemigo de los Kirchner, el cardenal Jorge Mario Bergoglio como Sumo Pontífice, que en un primer momento encontró al kirchnerismo vinculándolo con la dictadura militar. Pero enseguida, Cristina corrigió y de buenas a primeras no dudó en elogiar al arzobispo argentino, y congraciándose con su nuevo rol.
Las dudas con el impuesto a las ganancias confluyen en el interrogante de si conseguirá, con este tipo de medidas, modificar el panorama electoral. Es probable que haya otras decisiones que beneficien a la clase media crítica.
Pero el "cambio" no sólo se circunscribe al mínimo no imponible. También se detectan cambios de actitud.
Como la del secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien días atrás sorprendió al reconocer que "las cuestiones de seguridad son objetivas, palpables y la gente lo padece permanentemente". No sólo eso, también consideró que no es un tema que esté influenciado por los medios.
Repentinamente, el kirchnerismo parece haber sido abrazado por la tolerancia que antes no lucía.
En ese contexto, hoy, en la provincia de Corrientes se realizará una nueva reunión del peronismo, a la que asistirán gobernadores, legisladores y dirigentes de distintas provincias. La excusa volverá a ser una actividad del instituto de capacitación política del partido, GESTAR.
El último encuentro ocurrió diez días antes de las PASO, en La Matanza. Allí, por lo bajo, algunos de los mandatarios provinciales presentes deslizaron que entre ellos surgiría el próximo candidato presidencial del peronismo en el 2015.
Después de los magros resultados del Frente para la Victoria en las primarias, lo que obligó a los ultrakirchneristas y a la propia Presidenta a desalentar cualquier intento de reforma constitucional para habilitar un tercer mandato, la reunión del PJ serviría para comenzar a delinear el postkirchnerismo.