Siempre sincero y ciento por ciento realista, Emmanuel Lucenti reconoció que para el Campeonato Mundial de Yudo debería haber llegado mejor preparado. Pese a esa sensación, no escatimó ni cambió el objetivo: quiere estar en el podio. Así que, desde las 10, en el gimnasio "Maracanazinho", de Río de Janeiro, el ganador del premio LA GACETA al mejor deportista 2012 buscará vencer no sólo a los rivales, sino también al hecho de no tener una preparación al nivel de las circunstancias.

"Llego bien de cabeza y físicamente, pero, al no tener ni un campo de entrenamiento durante el año, el déficit de yudo es bastante grande", analizó Lucenti. Si bien la preparación para el Mundial viene desde principio de año, "Emma" no tuvo roce competitivo desde junio cuando ganó, en El Salvador, un Abierto Panamericano. Los planes de preparación para la cita carioca se alteraron cuando no pudo viajar a Perú. "No salieron los apoyos debidamente y creo que mi preparación se perjudicó. Hice todo lo que estuvo a mi alcance, pero tendría que haber estado mejor preparado", detalló el yudoca, diploma olímpico en Londres 2012.

Lucenti ya está acostumbrado a que su preparación no sea acorde al alto rendimiento en el que compite. Así que, sin desesperarse, buscó alternativas para optimizar los entrenamientos. "Estuve viajando todas las semanas a La Rioja. Viajaba los 800 kilómetros entre jueves y domingo. Ahí están tres compañeros de selección que me ayudaron, me dieron alojamiento y entrenaron conmigo", reveló Lucenti. "No quedaba otra. Sino en vez de competir en el Mundial, iba a ir a pasear", agregó el yudoca.

Lucenti quedó en el grupo C en su categoría hasta 81 kilos. La primera ronda la tendrá libre como su rival en el debut, el uruguayo Alain Aprahamain. De avanzar, Lucenti tendría un rival durísimo ya que, si la lógica se da, enfrentaría al número dos del ranking mundial el georgiano Avtandili Tchkrikishvili. "Estoy acostumbrado a luchar desde abajo. Ya logré muchas cosas que quería y que son muy difíciles. Mi capacidad y conocimiento dependen de mí solamente; hago esto por amor y pasión", sentenció Lucenti.