El titular de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Augusto González Navarro, negó que exista un documento que haya obligado a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) a pagar el alquiler del local donde funcionaba el programa Educación Permanente para Adultos Mayores (EPAM).
"No opino sobre lo que hayan sido conversaciones o tratativas, sino sobre lo que vi en expedientes, que efectivamente hay firmados. Concretamente, la relación jurídica que hubo siempre fue entre la cooperadora del EPAM y los locadores del inmueble. La UNT nunca firmó un contrato", aclaró el funcionario.
La polémica se inició días atrás, cuando la presidenta de la cooperadora del EPAM, Ester Bonanno (la comisión en pleno renunció, pero continúan en funciones hasta que asuman las nuevas autoridades), había señalado que tiempo atrás se rubricó un acuerdo mediante el cual la UNT se hacía cargo del pago del alquiler de la casona de Virgen de la Merced (ex Rivadavia) 417, donde se dictaban los talleres. "La cooperadora pagó el alquiler hasta hace cuatro o cinco años; luego se firmó un convenio, mediante el cual debía pasar a pagarlo la UNT. Ese acuerdo no está, porque desapareció el libro de actas de la gestión anterior. Nunca pagaron. Y como tampoco cambiaron la titularidad del contrato, el embargo llega a la cooperadora", había señalado. Este embargo llega a los $ 780.000, fruto del juicio por desalojo iniciado por los locadores contra la cooperadora.
Tanto el actual secretario de Extensión, Mario Leal, como su predecesor, Manuel Andújar, admitieron que, ante la complicada situación económica en la que había caído la cooperadora, se iniciaron diálogos formales para que esta entidad deje de ser la locataria y pase a serlo la UNT, pero aclararon que eso nunca llegó a darse. "En un momento hicimos varios intentos para que nosotros, como UNT, alquilemos el local; pero eso fracasó, no se llegó a sustanciar nunca", había dicho Leal.
Andújar -que dejó su cargo antes de que cese su mandato, a raíz de la puja entre el rector, Juan Alberto Cerisola, y su ex vicerrectora, María Luisa Rossi- dijo algo similar; y agregó que desde la Secretaría giraban el dinero a la cooperadora. "Había tratativas de todo eso; por los problemas con el (pago del) alquiler y con los fondos. Eso venía desde siempre; hasta que nos fuimos todo quedó pagado, (aunque) no había firmado ningún compromiso. Nosotros entregábamos (el dinero) a la cooperadora, y dentro de lo que entregábamos iba para el alquiler", señaló.
Fuentes cercanas a la Secretaría de Extensión confirmaron a LA GACETA que durante unos dos años la UNT pagó, con partidas del Rectorado, el alquiler de la casa. "No lo podría decir, porque sería un irresponsable si digo algo que no me consta. No vi que la UNT haya pagado; no lo niego en forma terminante, pero no me consta", respondió González Navarro.
Otra campana
La ex directora del EPAM Mariana Stambole dijo que sí existió una disposición, mediante la cual la UNT pasaba a hacerse cargo de los gastos del funcionamiento del programa. "Hasta que yo asumí, la cooperadora manejaba el alquiler y las cuotas de los alumnos; y tenía a su cargo los docentes y todo lo que implicaba gastos. A principios de 2007, la Secretaría de Extensión generó una disposición en la que asumía que el EPAM era un programa generado por la UNT y que esta debía hacerse cargo", dijo.
Aclaró que no recuerda con precisión el contenido de la resolución, pero afirmó que, a grandes rasgos, el texto decía que esta área asumía los costos del funcionamiento del programa y que debía empezar a gestionarse el cambio de titularidad del contrato de alquiler. "¿No le parece que alquiler es una parte de los gastos del funcionamiento?", se preguntó. Y señaló que si la disposición no se encuentra entre los papeles del EPAM una copia de esta debe estar en la Secretaría de Extensión.