No se trata de un estreno, pero los teatristas saben que una puesta en escena en un espacio distinto, plantea el desafío de una nueva propuesta.
La obra "Abrazos Rotos" salta de La Gloriosa al Teatro Alberdi (el sábado, a las 22) con sus arneses y coreografías, acrobacias, aros y trapecio. Se trata de una historia de amor en las alturas, verdaderamente. "Hay un texto hablado mínimo", cuenta su director, Onás Salto Leiton; pero lo fundamental es cómo dialogan esos cuerpos mientras se escuchan los boleros, allí, en el escenario. "Se habla lo necesario para generar el clima propicio y situar al espectador en una situación específica", agrega Onás, precisando que su trabajo se vincula al teatro danza. "Mi mayor deseo en esta búsqueda diaria es generar un lenguaje artístico que nos permita el goce al artista y al espectador", añade.
- ¿Cómo es el trabajo de ustedes?
- El lenguaje corporal está fuertemente ligado a la danza, a las acciones y gestos que fuimos encontrando a lo largo del proceso de investigación y creación; luego incorporamos las secuencias de acciones físicas, las cuales fueron cobrando un sentido direccionado para lograr la interpretación de cada escena. La música seleccionada para esta obra cumple también un rol muy importante, porque cada bolero nos cuenta una historia de amor, sus pesares, rencores y rupturas.
- ¿Cuánto te lleva preparar un trabajo de estas características? ¿es suficiente la fuerza física para el teatro aéreo? ¿Cómo preparás a tus actores/actrices?
- El tiempo que nos llevó montar "Abrazos Rotos" fue aproximadamente de seis meses de investigación. Llevamos un año y medio en cartel, lo cual también lo tomo como parte del aprendizaje y crecimiento del espectáculo. Aclaro que los intérpretes ya tenían una fuerte formación en acrobática de un promedio de tres años cada uno, aunque fue necesario formarlos en actuación y danza para completar el proceso de la obra (tarea que estuvo a cargo de la asistencia de danzas Alejandro Elías, quien dio un punto de pulcritud a las coreografías y a la elegancia y postura de los cuerpos. La fuerza necesaria para este tipo de trabajo la van adquiriendo de a poco, desde que comienzan con su formación en danzas aéreas, unos en mayor grado y otros en menor de acuerdo a cada uno; lo importante es mantener el entrenamiento semanal (al menos tres veces por semana), y la capacidad creativa de cada uno para darle un significado específico a una simple rutina de movimientos acrobáticos. Los actores/actrices/intérpretes/acróbatas, a veces prefiero llamarlos artistas, aún toman clases de teatro, danza clásica, contemporánea, pole dance (cada quien por su lado y de acuerdo al interés de cada uno), y son partícipes de un taller de investigación aérea que abrimos recientemente para ver qué será de nuestro próximo espectáculo. Por lo general su entrenamiento para mis espectáculos se basa en un entrar en calor desde lo físico para adentrarnos a los juegos teatrales y luego abordar los elementos aéreos ya sea telas trapecio, aro o arnés.
- ¿Es un salto grande pasar de La Gloriosa al Alberdi?
- La sala teatral La Gloriosa fue la casa que nos cobijó desde un principio, y la más apta para este tipo de teatro, ya que a pesar de ser independiente tiene la estructura y altura necesarios para el mismo y a la cual estamos eternamente agradecidos; el toque intimista que pudimos lograr en ella fue mágico para nosotros, sentir a flor de piel al público tan cerca y para el público sentir la adrenalina de los artistas también. El Teatro Alberdi nos brinda la posibilidad de llevar nuestro arte a aquellos que quizás por prejuicios o por desconocimiento no se acercan a las salas independientes, en las cuales se puede ver muy buenos productos artísticos y puramente tucumanos. Obviamente es un gran desafío, un nuevo espacio que llenar, un público nuevo, una función despedida, y reformar alguna que otra cuestión técnica pero nada que afecte a la calidad de nuestros "Abrazos Rotos".