ASUNCION, Paraguay.- La final de la Liga Regional del Sud de este país se vio manchada por la violencia dentro del campo de juego. El partido lo disputaron los equipos Coronel Romero y El Porvenir, pero la noticia la dio el jugador Marcos Leguizamón, que tomó impulso y saltó para propinarle una violenta patada a Wildo Amarilla, árbitro del encuentro. 

Iban 26 minutos del segundo tiempo, y Romero se imponía por 2 a 0. Sumergido en impotencia, Aldo Olmedo, miembro del equipo que estaba en desventaja, golpeó duramente a un jugador rival y el referí decidió expulsarlo.

Sus compañeros comenzaron a reclamarle al juez por la decisión, hasta que uno de ellos lo empujó y también vio la tarjeta roja. Fue entonces cuando Leguizamón decidió atacar al árbitro con una brutal patada.

El partido fue suspendido tras los incidentes y los aficionados y jugadores del cuadro que viste de blanco comenzaron los festejos por el título. De todas formas, según reporta el diario paraguayo “ABC”, el tribunal de la liga se expedirá sobre el compromiso el próximo viernes, aunque es un hecho que dará por terminado el partido y oficializará la consagración.