Dos jóvenes vivieron una noche de terror, el viernes en barrio Sur. Lo que no llegaron a robarles los asaltantes en la vía pública se lo quitaron en la guardia del hospital, adonde llegaron en busca de auxilio por las heridas sufridas. Javier Fanlo, de 18 años, y su amigo Santiago Arias, de 19, estaban parados en la esquina de Crisóstomo Álvarez y Alberdi. Eran las 22.30 del viernes y los jóvenes conversaban cuando de repente apareció una motocicleta con dos individuos a bordo y se subió a la vereda.
Los amigos se quedaron helados cuando vieron las armas de fuego y advirtieron que se trataba de un asalto. Mauricio Fanlo, el papá de Javier, contó a LA GACETA que a su hijo le partieron la cabeza de un culatazo y le quitaron todas sus pertenencias. Mientras tanto, Santiago comenzó a correr para evitar que lo hirieran. Pero uno de los delincuentes le disparó. "La bala le entró por la nalga y le salió por la pierna", relató Mauricio.
Los ladrones se dieron a la fuga, mientras las víctimas buscaban desesperadas un taxi para trasladarse al hospital Padilla. Pero la pesadilla no terminó allí, sino que cuando llegaron -según agregó Mauricio- en la guardia le robaron a Santiago el celular que le había costado un balazo proteger.
A Javier le hicieron cinco puntos de sutura en la cabeza. A su amigo Santiago, en tanto, los médicos decidieron internarlo. Cuando el padre de Javier llegó al hospital, alarmado por el llamado de su hijo, se sorprendió ante la cantidad de víctimas de casos similares que aguardaban para ser asistidas.