LONDRES.- El diario británico The Guardian publicó ayer, por primera vez, pruebas del vínculo entre grandes empresas de computación y de Internet y el espionaje global del programa Prisma de Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA en inglés).
El matutino difundió copias de documentos originales aportados por el ex técnico informático de la NSA, Edward Snowden, en los que figura que las empresas (entre las que aparecen Yahoo, Facebook y Google) recibieron millones de dólares a cambio de su cooperación con el servicio secreto. En los papeles se abordan, entre otros aspectos, las consecuencias de una sentencia de 2011 que ponía trabas a las actividades de los espías y exigía rediseñar la cooperación con las empresas de Internet.
La información fue desmentida desde las empresas mencionadas. "No hemos participado en Prisma ni en ningún otro programa de vigilancia", afirmó un vocero de Google, al tiempo que desde Facebook se aseguró que nunca recibió una compensación económica por su colaboración, la que admitió. Yahoo reclamó que se aplique la legislación estadounidense, que determina que una empresa tiene que ser indemnizadas cuando es obligada a ayudar al Gobierno.
Cooperación internacional The Guardian, además, anunció que va a cooperar con el diario estadounidense The New York Times, en la publicación de información confidencial de la agencia de inteligencia británica GCHQ, para esquivar la "intensa presión" que sufre de Londres. La Constitución de Estados Unidos protege a las redacciones periodísticas de una intromisión por parte de órganos del Estado, como la que sufrió el medio inglés, al que se obligó a destruir documentos de Snowden.
A su vez, el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, pidió que se realice una comprobación urgente para dilucidar si fue legal el arresto del brasileño David Miranda, pareja del periodista de The Guardian Glenn Greenwald, quien es el principal redactor de la documentación que devela Snowden.
Miranda fue detenido nueve horas por la aplicación de la legislación antiterrorista y le secuestraron elementos tecnológicos, hecho que fue denunciado como abusivo por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Clegg, del Partido Liberal, aclaró que no fue consultado antes de la retención de Miranda en un aeropuerto londinense hace hoy una semana, y admitió sus dudas sobre la legalidad de la medida. De esta forma, tomó distancia de la posición de los conservadores que responden al primer ministro, David Cameron, en momentos en que se van perfilando las alianzas para las elecciones generales de 2015.
La Policía justificó su actuación y aseguró que los documentos secuestrados a Miranda eran "de gran delicadeza" y que si se hacían públicos, podían poner vidas en peligro. (DPA-Reuters-Télam)