WASHINGTON.- Estados Unidos movilizó barcos de guerra en el mar Mediterráneo para preparar un posible ataque con misiles a Siria, si se confirma el uso de armas químicas de parte del Ejército de Bashar al Assad contra civiles, mientras que Damasco denunció que ese tipo de armamento lo usaron los rebeldes (ver "Damasco insiste...").
El secretario norteamericano de Defensa, Chuck Hagel, admitió que su cartera le presentó al presidente, Barack Obama, "todas las posibilidades" en caso de ordenar una operación militar para destruir aeropuertos y plataformas de lanzamiento de cohetes. "Eso requiere posicionar nuestras fuerzas y nuestros recursos", agregó el jefe del Pentágono.
El mandatario se reunió ayer con su equipo de seguridad y habló con el premier británico, David Cameron. Obama es partidario de involucrarse lo mínimo posible, y si lo hace, estar acompañado por sus aliados árabes y europeos, donde hay divisiones: mientras que el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, acusó a Al Assad de la última masacre y exigió una respuesta contundente; la canciller alemana, Ángela Merkel, ratificó ayer su postura contraria a una intervención en Siria y respaldó una salida política.
El presidente de Irán, Hassan Rouhani, admitió ayer que armas químicas mataron a personas en Siria (su aliado regional) e hizo un llamado a la comunidad internacional para evitar su utilización, pero sin responsabilizar a nadie por el hecho.
Toda definición sería tomada mañana, luego de que jefes militares de EEUU, el Reino Unido, Francia, Turquía, Arabia Saudita, Rusia, Italia, Alemania, Canadá, Qatar y Jordania, país anfitrión.
Ayer llegó a Damasco la responsable de la ONU para el desarme, Ángela Kane, quien negocia el permiso para que expertos internacionales accedan a los pueblos cercanos a la capital, presuntamente alcanzados el miércoles con gases tóxicos. El especialista suizo, Stefan Mogl, advirtió que quedan pocos días para poder aclarar, sin margen de dudas, si fue empleado algún agente nervioso en el ataque, obteniendo pruebas de sangre y orina de los afectados. Rusia, otro gran aliado de Siria, avala una investigación. (Reuters-DPA-Télam)