GINEBRA/WASHINGTON.- Un millón de niños sirios (el 75%, de menos de 11 años) fueron forzados a huir de su devastado país, anunciaron el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la agencia para la infancia, Unicef. Turquía, Líbano, Irak, Jordania y el norte de África reúnen a dos millones de sirios exiliados, donde están expuestos a trabajos forzados, explotación sexual y tráfico de personas.
Otros dos millones de menores sirios buscaron refugio en su propio país (hay cuatro millones de autoevacuados en total), pero sufren ataques frecuentes o son reclutados para combatir, en violación del derecho humanitario.
"Los jóvenes están perdiendo su casa, su familia y su futuro. Aún después de cruzar la frontera, están traumatizados, deprimidos y necesitan una razón para tener esperanza", alertó el titular de Acnur, Antonio Guterres. Su par de Unicef, Anthony Lake, advirtió que la guerra civil acabó con la vida de alrededor de 7.000 niños entre las 100.000 víctimas estimadas. "Todos debemos sentir vergüenza; mientras trabajamos para aliviar sufrimientos, la comunidad internacional no es capaz de afrontar su responsabilidad con los niños", señaló.
Los datos se conocieron en medio de la polémica por el supuesto uso de armas químicas cerca de Damasco. Estados Unidos y Rusia emitieron ayer un reclamo conjunto para que se implemente una "investigación imparcial" sobre la masacre denunciada por la oposición al presidente Bashar al Assad, cuyo Gobierno negó. China efectuó un pedido similar y pidió que no se prejuzgue sobre quién fue el responsable.
El presidente norteamericano, Barack Obama, aclaró que su país no debe precipitarse a una acción inmediata en Siria y recomendó cautela a quienes "tienen la noción, un tanto exagerada, de que EEUU puede resolver problemas muy complejos". Sin embargo, admitió que una definición está más cerca que antes. Sobre el último incidente, lo calificó de "un gran evento muy preocupante", y señaló que no espera ayuda de Damasco para esclarecerlo.
"La comunidad internacional debe mostrarse unida y asegurar de que pueda realizarse una investigación creíble, exhaustiva, concienzuda, imparcial e inmediata", afirmó la alta representante de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton. Gran Bretaña culpó directamente a Al Assad del ataque.
En Siria hay un equipo de expertos en gases tóxicos de la ONU, pero no tienen autorizado el ingreso a la zona afectada por los bombardeos. Rusia aseveró que el lugar es controlado por los insurgentes. El titular de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió ayer: "cualquier uso de armamento químico en cualquier lugar, por parte de cualquiera y bajo cualquier circunstancia, violaría la legalidad internacional; y semejante crimen contra la humanidad tendría serias consecuencias para su autor". (DPA-Reuters-Télam)