Ganaron por cuarta vez, pero no fue fácil. Al contrario, cada título le cuesta un poquito más a Fundarte. Sucedió en el torneo de la Federación Tucumana de Voley (se consagraron por séptima vez consecutiva) y la conquista en la Liga Regional NOA no fue la excepción.
El ciclo es comprensible: si es el equipo que gana siempre, entonces es el rival a vencer. "Sí, lo somos. Nuestros rivales nos observan buscando puntos débiles para poder ganarnos", comentó Ruth Romano.
La base de la seguidilla de títulos estuvo dada por la continuidad. Tanto las jugadoras como el cuerpo técnico y los colaboradores están juntos desde la formación del club, en 2004.
Justamente, casi 12 años después, se presentó una prueba de fuego para testear la efectividad del proceso que empezó bajo la dirección de Martín Zamora, actual técnico de las campeonas. "Empezamos el año con dos bajas importantes. Reemplazamos las jugadoras experimentadas por las del club que son más jóvenes", detalló Yulia Nahas. La capitana, una de las tantas que hace nueve años lloraba en la puerta del Complejo Ledesma porque se quedaban sin club para jugar, reconoció el temor inicial y la satisfacción del final. "En el primer torneo del año empezamos perdiendo. Ahí pensé: ´mmm, estamos medio complicadas´. El proceso fue bastante importante, logramos acomodarnos y salir adelante", dijo orgullosa Nahas.
Con la presión de jugar en primera división asimilada progresivamente por Valentina Alberti, de 13 años, y María de la Paz Corbalán, de 14, las complicaciones siguieron irrumpiendo en el universo "fundartino". "Nos bajoneamos un poco por la lesión de 'Sole' y por la mía", detalló Luciana Julián. Entre la mano de Soledad Mateu y el hombro lastimado de la punta receptora, la cantera de Fundarte continuó a prueba, con éxito, por cierto. "Esta vez el compromiso fue mayor y el corazón y la cabeza tuvieron que trabajar más", destacó Julián.
Entre tanto problema superado, la calificación que se llevó el torneo por parte de Nahas no llama la atención. "De todos los regionales fue el más difícil. Hubo partidos que más que por juego, lo ganamos por actitud", sintetizó Nahas. Ahora las "fundartinas" quieren dar en el blanco cuando, en septiembre, jueguen la Segunda Fase de la Liga Argentina femenina.
A veces las motivaciones más intensas se generan a partir de las experiencias más dolorosas. Eso les pasó a los campeones regionales. Monteros Voley empezó el año con el entusiasmo propio de una institución que tiene su línea de evolución en ángulo ascendente.
Incursionó en varios deportes y su complejo deportivo en la Ruta Provincial Nº 325 es todo un indicio de lo que se trae en manos Monteros Voley. Hace unos años Manolo Arquez, uno de los fundadores de la institución, anunciaba que le meta es jugar la Liga Argentina.
Con la corona del NOA, Monteros Voley dio un gran paso hacia esa meta. Los monterizos se quedaron con una de las dos plazas para la Serie A2, el Torneo Nacional de Ascenso. Pero no fue para nada sencillo. Incluso, por cuestiones anímicas más que de juego, el camino tuvo minas que no llegaron a estallar.
"Veníamos un poco bajoneados por lo que nos pasó en el torneo local", reconoció Iván López. El golpe que recibió Monteros Voley fue en las semifinales del Iniciación. Los dirigidos por Diego Isa quedaron eliminados por Social Monteros. Sí, nada más y nada menos que el archirrival. Encima, más tarde, llegó otra derrota inesperada ante Instituto Pellegrini, en el Grand Prix de Catamarca. Algo no andaba bien por lo que sentirse reivindicados era imperativo.
"Entonces, todas las fichas estaban puestas en la definición del Regional. Sabíamos que era a matar o morir", pintó el panorama Daniel del Valle. "Ganar el título y recuperar la confianza en el equipo fue fundamental", reflexionó López.
"Es uno de los logros máximos que pudimos concretar", reconoció Federico Pani. El famaillaense sabe lo que es formar parte de un plantel de Liga Argentina, ya que estuvo en el último año en que Instituto Pellegrini participó. "Ganar el TNA es el sueño de todos. Queremos representar a la provincia y sabemos lo que significa el voley para Monteros", remarcó el opuesto.
La ciudad, cuna del voley tucumano, no tiene representación en una competencia nacional desde 2007, así que el vacío es hondo, pero Monteros Voley está dispuesto a llenarlo. Será cuestión de mentalizarse y pensar como López. "En el Regional, lo psicológico estuvo más allá de la técnica porque teníamos que convencernos: podíamos estar arriba y lo logramos", explicó el punta receptor.