"Sucede que el que no está es el que te impone el destino", reflexiona Jorge de Lassaletta, al hablar de esas obras que tienen una impronta shakespereana. "La Voz Humana", de Jean Cocteau, fue escrita en 1930 y luego se transformó en una ópera. Cuenta el trance de una ruptura amorosa, y la desesperación de una mujer al teléfono, que lucha denodadamente por no perder a su amante.

Son sólo ella y él, en una comunicación no lineal, con interferencias. "Ella", que no tiene nombre, está interpretada por Lilian Mirkin, quien carga con toda la responsabilidad, ya que se trata de un unipersonal. "Es un trabajo muy difícil, porque 'ella' actúa con el recuerdo, con lo que dice, con lo que siente, con el silencio", cuenta la actriz.

En la obra, la voz de una mujer enuncia el texto, y la historia se cuenta desde su intento desesperado por retener a su amante el mayor tiempo posible con la fantasía que se produzca el reencuentro.

De Lassaletta y Mirkin trabajan juntos por primera vez. Y, en este caso, también el teléfono fue protagonista en el vínculo que ambos mantienen. "Me llamó por celular y me ofreció la obra. No conocía el texto, y cuando lo vi, era dificilísimo y me interesó mucho, porque uno se identifica. Esta mujer sufre un estado patológico, está afectada", asegura Lilian.

En "La Voz Humana" es ella quien gestiona la acción, pero es el hombre quien va imponiendo el desenlace, invisible, oculto en los silencios de ella. Y aquél se cumple al final, corriendo el telón del idilio, callando la voz para siempre y anulando todo vestigio de ese amor clandestino.

Violencia de género

"Elegí esta obra porque el texto me sugirió una escena, una acción y una actuación que andaba buscando. Es un personaje trágico, con muchas transiciones. Al profundizar la obra, me di cuenta que hay reminiscencias a hechos actuales, como la violencia de género. Cuando hice la ópera "Madame Butterfly" (Teatro San Martín, 2008), también venía advirtiendo este tema", describió De Lassaletta, régisseur, director y actor, con una extensa carrera artística en esta ciudad y en Buenos Aires, donde reside desde hace varios años.

Mirkin remarca que se trata de la última charla de "ella" con "él", de esa mujer que no tiene nombre, donde se intensifica la carga dramática. "Lucha para que no se corte el teléfono, para que no la deje, porque es como enfrentar la muerte misma", sostiene. "Vos sos el cuerpo de la voz; la actuación es concebida como la caracterización física de la voz", subraya el director, al hacer referencia a lo que el mismo Cocteau propone: "la voz sangrante".

La asistencia de dirección es de Vanesa Neumann y la fotografía, de Hugo Heredia; la asistencia técnica es de Christian Pedersoli y el montaje sonoro, de Roberto Ortega.

SE ESTRENA EL JUEVES

• A las 22.30, en El árbol de Galeano, Virgen de la Merced 435 (ex Rivadavia).