Falta de todo. Menos la voluntad. Por eso, en el CAPS de Villa Muñecas no quieren dejar de festejar los 65 años de este centro asistencial. El viernes, adornaron el pequeño y dejado edificio con globos de colores. Les dieron facturas, chocolate y juguetes a los chicos. Y al rato retomaron el trabajo en las desbordadas instalaciones del centro asistencial, ubicado en Padre Roque Correa e Isabel la Católica. Desde hace 50 años funciona allí (antes estaba a dos cuadras). Después de que el gobernador Fernando Riera inauguró la sala de ginecología en ese lugar, nunca más se hicieron obras en el inmueble. Sólo hubo parches. Y más parches para este CAPS, que es el más antiguo de los 11 que conforman el área noroeste del Siprosa.

LA GACETA recorrió las instalaciones, que hace rato quedaron rebasadas, tanto en dimensiones como en equipamiento y en infraestructura, para atender la salud de 17.120 habitantes (muchos de ellos de asentamientos) desde Francisco de Aguirre, Viamonte e Italia hasta avenida de las Américas. Lina Navarro Correa. médica jefa del servicio, Fabiana Sánchez, administrativa, y Manuel Coronel, agente sanitario, nos mostraron cómo se las ingenian ellos y sus colegas para atender, con voluntad y vocación de servicio, a tanta población en condiciones tan precarias. Si abren dos canillas al mismo tiempo, por ejemplo, en una de ellas no sale ni una gota. La llave térmica salta si llegan a prender el único equipo de aire acondicionado de odontología, el único ventilador de la sala de espera o una estufa de cuarzo. El personal también nos enseñó cómo el microondas (un lujo) sirve para ayudar a calentar agua cuando se necesita hacerle un baño térmico a un niño y la pava en la cocina a gas de garrafa no alcanza.

Pese a todo, la calidad del servicio no se discute. "Hace años que vengo. A pesar de que es todo tan pequeño, el personal atiende bien. Sería lindo que lo ampliaran, y si pudiera haber una guardia, sería mejor; el otro CAPS queda lejos", pidió Rosa Azucena Pay. Mientras, Gustavo (9), Daiana (7) y Benjamín (2) esperan junto a su mamá, Romina Moreno: "siempre vengo a control y me dan todo. El problema es la limpieza, no hay baño, la falta de agua; bueno, hace rato que falta de todo acá".

Los sanitarios
En el hall de entrada está el baño para el público, de medidas mínimas, sin agua; cada dos por tres se clausura. Hay otra puerta cerrada con llave que nadie sabe qué encierra. Adentro, el sanitario para el personal (22 empleados) también mide como el anterior, aproximadamente 0,90 m x 1,20m.

Sala de usos múltiples
Esta es la sala de situación, cocina, sala de reuniones; es el único ambiente propio del personal y, además, oficina de los agentes sanitarios. Al abrir la canilla, no sale agua si están abriendo la de la otra pileta (hay sólo dos). La cocina es a garrafa, aunque la red de gas natural pasa por la vereda. 

Circulación interna
Lo único ventajoso es que hay una circulación interna para el personal; si bien es mínima para 22 personas, es diferenciada, algo elemental en todo edificio sanitario. En una pared aparece una grieta, aparentemente causada por asentamiento, que va desde el cielo raso al piso, de casi 1 cm en su parte más ancha. 

Sala de espera y admisión

La sala de espera para todos los pacientes mide aproximadamente 2 m x 10 m; tiene dos pequeños ventiluces y una ventanita. La admisión funciona en ese mismo espacio: un empleado atiende en una pequeña mesa. Tiene que entrar y salir de una habitación contigua donde están los ficheros.

Enfermería
En esta pequeña habitación se atiende tanto a niños sanos que van a recibir vacunas como todo tipo de emergencias, nebulizaciones, etcétera. Tampoco tiene lavamanos y ni hablar de privacidad porque tienen un biombo de tela verde que está roto. La balanza funciona mal, al menor contacto se mueve para todos lados.

Visitas extrañas

Ruidos, movimientos y apariciones
"Aquí antes había una placita con juegos. Dice la gente que una vez murió una chiquita -comienza el relato Fabiana Sánchez-. Siempre sentíamos ruidos. Médicos que trabajaban de antes le pusieron un nombre: el Gula-gula. Por ejemplo, el señor que limpia llena los baldes y se los tira. Deja las sillas sobre las mesas, y al día siguiente están abajo. Una vez una doctora estaba atendiendo a una paciente que de repente salió corriendo sin decir nada. Después le explicó que detrás de la médica estaba una chiquita parada. La última he sido yo: estaba sola; entré a sacar los turnos y en la cocina movían la mesa. Pregunté varias veces quién estaba y nadie me contestó. Antes había guardia nocturna; ellos veían una sombra que iba y venía". 

Ginecología y psicología
El consultorio mínimo que comparten ginecología y psicología se separa de un pasillo por un divisorio de aglomerado hasta los 2 m de altura; de allí hasta el cielo raso el cerramiento es placa de telgopor de 1,5 cm, con lo cual no hay intimidad posible en el consultorio que más lo requiere. 

Farmacia
Este es el depósito del stock de farmacia, de leche y también archivo (1,10 m x 4 m). En el extremo del cielo raso se ve el agujero, que ya tiene unos 10 cm de diámetro (y crece), por donde baja buena cantidad de agua cuando llueve. Entonces hay que estar atento para salvar la mercadería.

Sala de espera al exterior
Dado el escaso espacio del interior, el público suele esperar afuera. En el mejor de los casos, si hay buen tiempo se puede estar. No si hace frío intenso, o calor extremo. En el predio hay un pino ornamental, dos o tres arbustos, dos palmeras y un alcanfor que no ofrecen sombra útil ni protección al edificio ni a la gente. 

Odontología
Por lo menos tiene una ventana, pero la bandeja del equipo se sostiene con varias vueltas de cinta adhesiva blanca. El revoque de la pared de fondo se está cayendo hace tiempo. En una alacena bajo mesada hay tanta humedad que lo que allí se guarda en pocos días se inutiliza.

Pediatría
Es uno de los consultorios con más demanda de atención. También de medidas mínimas, es una habitación interna; no tiene ventana; no hay lavamanos. Cada profesional se ve obligado a entrar y salir a lavarse las manos antes y después de cada consulta, como establecen los protocolos básicos. 

Seguridad
Una vez entraron a robar medicamentos por el techo. La reja perimetral se cierra sin candado. A la mañana, en el jardín se encuentran jeringas, preservativos, etc. Una vez, cuando había guardia toda la noche -duró hasta 2012-, le robaron la bicicleta del agente sanitario. Actualmente hay alarma.