El indígena aimara boliviano, Carmelo Flores Laura, que fue identificado como el hombre más longevo del mundo al contar con 123 años, reivindicó que su longevidad es gracias a su tradicional alimentación nutritiva, caracterizada por el consumo de cereales andinos, tubérculos y carne de camélidos, productos típicos del altiplano, informaron las agencia DPA y Télam.
Tiene cinco hijos, 16 nietos y 39 bisnietos. Flores Laura dice que el secreto de su larga vida se debe al consumo de agua mineralizada de deshielo, de carnes sin grasa, granos y cereales altoandinos. También confesó que come carne de zorrino.
Para verificar si Flores Laura es realmente el hombre más longevo del mundo, una delegación de la gobernación de La Paz, liderada por el secretario departamental de Desarrollo Social y Comunitario, Hilarión Callisaya, fue hasta la comunidad de Frasquia, en la provincia Omasuyos, donde nació y aún vive Carmelo.
Después de la visita oficial, se difundieron fotografías de su partida de nacimiento y su cédula de identidad, en las que se detalla que el hombre, de origen aimara y de profesión agricultor, nació el 16 de julio de 1890 en Frasquia.
El anciano vive en una pequeña casa de barro y viste ropa hecha a base de hilo de oveja, bebe agua del nevado Illampu, ubicado en la cordillera oriental de los Andes. Consume cañahua, quinoa, papa, oca, caya (oca deshidratada) y carne de camélidos, informaron oficialmente. Carmelo Flores les dijo a la comitiva oficial: "nosotros los aimaras estamos acostumbrados -por lo menos dos veces en el año- a comer zorrino, carneamos, hacemos chicharrón y comemos".
Cuatro de los hijos de Flores Laura ya fallecieron. Sobrevive uno solo, que tiene 65 años y que aún vive con su padre.
"Antes no había ni fideos, se preparaba alimento de cebada, cocinábamos entre la familia, marido y mujer", les contó el anciano a las autoridades. "Con esto se reivindica la longevidad aimara. Nuestros abuelos ni siquiera tenían caries dentales, pero ahora desde muy niños accedemos (a ese problema) por el consumo alto de azúcar refinada", agregó.
Hasta el mes pasado, el hombre más anciano del mundo era Salustiano Sánchez Blázquez, de 112 años. Este músico vive en Nueva York hace más de ochenta años.