En una época fue el sitio obligado para las fotos de los recién casados. Y un orgullo para la ciudad. Pero con los años sufrió todo tipo de tratos: hubo épocas en las que se lo cuidó casi con obsesión. En cambio, en otras fue maltratado, olvidado, dañado y ninguneado. El reloj floral del parque 9 de Julio es una joya que padeció todo tipo de tratos. Ahora, afortunadamente, uno de los principales atractivos del paseo público recibe mimos.

En este momento se están realizando distintos tipos de trabajos para mejorar su aspecto y su funcionamiento. Por un lado, relojeros expertos repararon dos ejes que estaban desalineados, arreglaron las bujías que estaban gastadas, limpiaron todo el sistema y lo lubricaron, según informó la Municipalidad.

En los jardines, en las caminerías y en los canteros que rodean la máquina se plantaron 1.000 plantines de pensamientos. Además, se solicitó a los vecinos y a los turistas que no los dañen.

El reloj fue inaugurado en 1935 y solo hay otro de su tipo en el mundo; está en España. Es una máquina mecánica que hasta hace unos 10 años trabajaba únicamente ocho horas por día; se paraba cuando se le terminaba la cuerda. Finalmente fue mecanizado y ahora funciona durante las 24 horas (mientras no se dañe alguna de sus piezas).