Las hortalizas de primera calidad escasean en la provincia debido a la sequía y las heladas y las que se han comercializado fueron productos de menores condiciones, que lograron resistir el impacto de los fenómenos climáticos que arrasaron con los cultivos del NOA y otros puntos del país.
En las verdulerías de los barrios o en los principales mercados se hizo difícil encontrar tomates, sea perita o redondo, que no hayan estado manchados, con un golpe y en un tamaño parejo. Todo lo contrario, se comercializaron en los segmentos mayorista y minoristas variedades con esos rasgos que establecen mayor propiedad.
"No estamos comiendo productos de primera, sino los que se salvaron de las heladas", explicó Juan Carlos Medina, vicepresidente del Mercado de Concentración Frutihortícola de Tucumán (Mercofrut). El predio de ese mercado está ubicado en Los Vázquez, San Felipe, en San Miguel de Tucumán. Es el principal centro de compras mayoristas y minoristas de la capital y de otros puntos del interior provincial. Allí, los puesteros y productores trabajaron hasta esta semana con el stock que se salvó de las intensas heladas que afectaron la región a fines de julio, y con el saldo de los cultivos dañados por la sequía.
Según el directivo del Mercofrut y también de la Federación de Operadores de Mercados Frutihortícolas (Fenaomfra), en el caso del tomate, se vino comercializando una variedad irregular y más chica. "Es tomate igual. Sólo que así se lo seleccionó. A la vista, uno se dio cuenta el impacto de la sequía o las heladas", hizo hincapié.
Medina comentó que las reservas de mercadería son normales, excepto de zapallos y zapallitos, variedad con mayor pérdida y daño en la floración y en la campaña para la próxima cosecha, a raíz de la falta de lluvias en la región.
Precios constantes
Los productores y puesteros deben afrontar también la caída de las compras por parte de comerciantes y privados, de hasta un 50% en lo que va del mes, comparada con la de los períodos mensuales anteriores, cuando se registraron bajas de hasta un 30% y un 40%. En ese contexto, desde el Mercofrut afirmaron que los precios en el inicio de la semana volvieron a estabilizarse, tras observarse un repunte de los costos como consecuencia de los factores climáticos.
Por ejemplo, el cajón de tomate (alrededor de 18 kilogramos) se consiguió el lunes y ayer hasta $ 100. Había llegado hasta $ 180 por el efecto de las bajas temperaturas. La lechuga, en jaula de entre 10 y 12 kilos, costó en los mismos días $ 70 y $ 80, según la variedad, cuando antes había pasado la barrera de $ 100, informaron desde el mercado.
En cambio, la papa ha mantenido su valor, que se consiguió a $ 30, en bolsa de entre 25 y 27 kilogramos. "En esta época, en años anteriores, este producto se consumió a entre $ 60 y $ 70. No hay demanda. Y por salvar su producción, el agricultor está obligado a vender a cualquier precio; esto sucede en distintos puntos del país", afirmó Medina.
Por su parte, Gustavo Vázquez, puestero del Mercado del Norte, en el centro de la capital tucumana, afirmó: "hay cosas que no se pueden comprar por sus altos costos, como la chaucha (a $ 20 el kilo); zapallito (a $ 30)". El comerciante ratificó que los precios aumentaron a partir de las heladas y que los productos de mejor calidad se obtuvieron a mayores valores. Aunque estimó que esos precios comenzarán a acomodarse en 15 días. "Se debió a cuestiones climáticas. El Gobierno aquí no tiene responsabilidades, como sucede en las plazas de la harina y el azúcar", manifestó Vázquez.