El alperovichismo perforó en estos comicios su peor marca electoral de la última década. Ni siquiera en 2009, en plena crisis del Gobierno nacional por el conflicto con el campo, el oficialismo tucumano bajó tanto en los guarismos.
Según el escrutinio provisorio, la nómina que lleva Juan Manzur como postulante a diputado para las elecciones del 27 de octubre rozaría los 360.000 votos (un 44%). Respecto de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias de hace dos años (PASO), aquella lista para la Cámara Baja (liderada por Alfredo Dato) obtuvo 452.500 sufragios, alcanzando el 54% de las adhesiones de ese momento.
En junio de 2009, cuando el kirchnerismo tambaleó por el extenso paro agropecuario, Tucumán renovó tres escaños en el Senado y cuatro en Diputados. Aún con el arrastre de la tendencia negativa nacional a cuestas, la boleta alperovichista para el Congreso obtuvo poco más de 381.000 votos, un 53% del total.
Esa cifra, según interpretaban ayer en Casa de Gobierno, es similar a la recogida el domingo por el Frente para la Victoria. Lógicamente, para llegar a ese razonamiento los alperovichistas suman como propios los sufragios logrados en estas PASO por la lista opositora del FpV: Luis Romano sacó más de 22.000 papeletas. Así, los 360.000 pasan a ser 382.000.
En 2007, año de la primera reelección alperovichista y de la llegada de Cristina Fernández a la Presidencia, el propio Dato -apenas abandonado su rol de presidente de la Corte Suprema de Justicia- obtuvo 392.000 votos, que implicaron un 64% del total. Y en la primera apuesta fuerte del alperovichismo, con Beatriz Rojkés como postulante a la Cámara Baja, en 2005, el número de sufragios conseguido por la Casa de Gobierno fue de 382.000 (64%).