Cumpliste tu sueño. Por fin tenés la casa de veraneo que anhelaste. Hiciste una gran inversión de tiempo y de dinero, le pusiste tu estilo y la planificaste hasta en los más mínimos detalles. Pero no son tiempos en los que podés dormir tranquilo, sobre todo cada vez que te enterás de que tus vecinos han recibido visitas indeseables en su ausencia. Para que eso no te pase tenés que invertir en seguridad. Y no sólo eso: los expertos recomiendan hacerse amigo de los vecinos y pobladores, porque un llamado a tiempo, alertando sobre un movimiento extraño en tu casa de campo es tanto o más valioso que el más sofisticado sistema de alarmas de monitoreo.
La ola de robos en las villas turísticas estalló hace algunos meses. Y se concentró en Tafí del Valle. Paradójicamente, el Día del Amigo, 25 chicas lo pasaron de la peor manera: encerradas por delincuentes en la casa de una de ellas adonde habían ido a celebrar. A la lista de los blancos de los ladrones se sumaron Raco y El Siambón, donde una pandilla de adolescentes se mete en las casas deshabitadas y provoca desmanes.
¿Existe algún método infalible para evitar el ingreso de los intrusos? No, responden los expertos; no hay nada inviolable. El nivel de seguridad que podés conseguir es proporcional al grado de prevención que te propongas. Todo suma. Armá tu propio plan de acuerdo a tus necesidades y a tu bolsillo. Y tené en cuenta que con la tecnología no alcanza. "La comunicación y la solidaridad entre los vecinos es fundamental a la hora de protegerse unos a otros", advierte el comisario Luis Mansilla. "Tradicionalmente los veraneantes cerraban sus casas y volvían al año siguiente sin problemas; todo estaba en su lugar. Pero ya no es así", destaca el segundo jefe de la Regional Norte, que comprende San Pedro de Colalao, Raco, El Cadillal, Villa Nougués y San Javier. "Más allá de la tarea de la Policía (tenemos varios puestos de observación) no hay medida de prevención más efectiva que la propia comunicación y la unidad de esfuerzos entre los vecinos. Un chico que pasa por una casa y observa algo anormal puede alertar. Pero los resultados se multiplican en forma inmediata cuando hay una red de comunicación entre comunidad, Policía y fuerza política", considera el uniformado.
"No hay nada inviolable, una buena cerradura lo único que hace es demorar, darle más trabajo al que la quiera abrir", sostiene el cerrajero Aldo Falcón. En todo caso lo único seguro es aquel viejo refrán que dice "la ocasión hace al ladrón". Lo sabe bien la joven Valeria V. M. a quien los ladrones visitaron su casa de Tafí del Valle en dos oportunidades, mientras ella se encontraba en la ciudad. "La primera vez fue terrible; rompieron el ventanal y se llevaron heladera, cocina, DVD, lavarropas... todo lo que te puedas imaginar", dice. "Seguramente utilizaron una camioneta para llevarse las cosas y creemos que fueron varios. Pero nadie vio nada", afirma con amargura. Un año después, hace tres semanas, volvieron a entrar y se llevaron un cuatriciclo. La diferencia es que antes tenía menos seguridad que ahora: la casa cuenta con rejas. Tampoco había luz en la calle ni alarma. Ahora los vecinos se encargaron de dotar de seguridad y luz a la cuadra. Ya se organizaron para hacer un "operativo presencia" los fines de semana (se turnan para quedarse cada uno un fin de semana y vigilar las otras casas). También quieren contratar un sereno de la zona para que haga guardia. Entre todos siempre es más fácil vencer los obstáculos.
Buenas cerraduras
"Una puerta maciza doble paleta con seis combinaciones es difícil de abrir con una patada. Pero una cerradura no es inviolable; está hecha para demorar. Una cerradura económica se puede romper en cinco minutos, pero una buena, en media hora", explica el cerrajero Aldo Falcón.
Muchas veces, no basta con una buena cerradura. Algunos ladrones se las ingenian para sacar la puerta y entrar lo más campantes. Para evitarlo son bienvenidos los pernos de seguridad que se incrustan en la puerta y cuando se cierra el perno se mete en el marco.
¿Son mejores las cerraduras digitales o de punto? Ni lo uno ni lo otro, simplemente son sistemas distintos, responde Falcón. A los fines de la seguridad es más conveniente reforzar la puerta con un pasador con llave cruz. A la llave únicamente la tiene el dueño y para todos los días se usa la cerradura principal.
Tener un cuidador
Buscar un casero que viva en la zona y que a la vez haga la limpieza es de gran ayuda, siempre que se le provea también de un teléfono para que pueda comunicarse en forma directa con los dueños. Este es el primer consejo de Marcial Escobar, presidente de la Cámara de Empresas de Seguridad y Vigilancia de Tucumán. Pero tener un casero puede resultar muy costoso, ya que implica un sueldo y una casa para que viva con su familia.
Cámaras
Aunque es costoso, también se puede colocar un sistema de cámaras que le permite al propietario vigilar la propiedad desde su computadora o desde el celular. Sin embargo, Marcial Escobar, titular de la Cámara de Empresas de Seguridad y Vigilancia de Tucumán, advierte que el sistema sirve más para la investigación que para disuadir a los ladrones. Las cámaras se ponen en entradas y en pasillos.
Rejas
Son indispensables para la prevención. "Hay que colocar rejas en las ventanas, ventiluces del baño y de la cocina y en todas las aberturas para hacer más difícil el ingreso de los intrusos", recomienda el herrero José Amador. Pero las rejas no son todas iguales: varían según el grosor de cada pieza. Las rejas de 14 y 16 milímetros son las más adecuadas para las aberturas que dan hacia el exterior. También conviene poner puertas rejas delante de las de madera.
Alarmas
Contratar un sistema de vigilancia por alarmas es una muy buena opción aunque se hace difícil en lugares alejados del centro de monitoreo. ¿Cómo funciona? "Cuando la alarma se dispara envía una señal a la central. La empresa verifica la autenticidad del evento (a veces se acciona por error) y si se constata, se da intervención a la Policía. Hay dos tipos de alarmas: una sonora que disuade inmediatamente a los intrusos y otra silenciosa, que llega a la central. La empresa envía a un empleado al lugar a verificar: llega en menos de cinco minutos", explica Marcial Escobar.
"Pero en lugares alejados de la central de monitoreo no es posible llegar con rapidez. Por eso se busca un teléfono de contacto de alguna persona que viva en la zona para que haga una observación. Si es una falsa alarma se le da tranquilidad a la familia y, de lo contrario, se llama a la Policía y la empresa va al lugar", agrega. Los sensores se colocan en puertas de ingreso y ventanas. Alberto Alcaraz, dueño de Elite, trabaja con el sistema GPRS (General Packet Radio System) que no necesita internet y reemplaza al teléfono. "Se lo puede colocar en cualquier lugar por inhóspito que sea, ya que funciona con el satélite. Ni siquiera tiene cables que el intruso pueda cortar", añade.