Ingresó al drugstore, sacó una bebida de la heladera y al acercarse al mostrador, en vez de pagar, extrajo un arma con la que encañonó al empleado que estaba a punto de retirarse. Le exigió la entrega del dinero, la víctima no se resistió y el ladrón se escapó con una suma cercana a los $ 3.000.  El robo ocurrió en 25 de Mayo primera cuadra, a metros de la Casa de Gobierno, se confirmó desde la comisaría 1°.

De acuerdo a la declaración del encargado, de 20 años, tras el asalto, el autor del hecho salió hacia la calle 24 de Septiembre en donde lo habría estado esperando un cómplice, puesto que cuando salió para pedir ayuda -unos minutos después- ya no pudo divisarlo. Luego, hizo la denuncia en la guardia policial que se encuentra en la planta baja del ex hotel Corona, en donde funciona el Centro de Monitoreo.

Tras declarar, informó el jefe de la Policía, Jorge Racedo, se cruzaron sus dichos con los registros de las cámaras de seguridad. "Se constató que los hechos descriptos, como un supuesto pedido de ayuda a los gritos, no ocurrió. Ante las sospechas, se pidió intervención a la fiscalía de turno. Cuando se le tomaron nuevas declaraciones, el muchacho se quebró y confesó que se trataba de un autorrobo", manifestó.

Según lo reveló el joven, quien vive en un barrio del sur de San Miguel de Tucumán, la noche anterior había planeado con un amigo el supuesto asalto. Sin embargo, esta mañana, en vez de llegar su cómplice, lo hizo otra persona. De todos modos, el autorrobo se llevó a cabo. "Dijo que  necesitaba el dinero porque con lo que gana no le alcanza. De todos modos quedó aprehendido por robo. Ahora, procuramos dar con la persona que se llevó el dinero", indicó Racedo.