BUENOS AIRES.- Los peritos de parte de la querella sostienen que Angeles Rawson murió al ser sofocada y estrangulada por su asesino durante un ataque sexual y antes de ingresar a la compactadora de basura.
Así lo concluyeron los médicos legistas Jorge Vicente Quiroga y Primarosa Rinaldi de Chieri, quienes presentaron ante el juez de instrucción Javier Ríos su informe en disidencia a la Junta Médica que había concluido que la adolescente de 16 años había muerto por la compactación que sufrió en un camión o una de las plantas de tratamiento al ser arrojada a la basura.
Los peritos que trabajan junto al abogado Pablo Lanusse en la querella del padre de la víctima, Franklin Rawson, presentaron ayer su informe, ampliando la conclusión en disidencia que habían adelantado en la Junta Médica.
Voceros judiciales indicaron que, en el informe, Quiroga y Rinaldi de Chieri afirman que la causa de muerte de Angeles es una "asfixia", pero no provocada por la compactación, como opinaron los peritos oficiales y de la defensa, sino producida por "estrangulamiento y sofocación manual".
En otro tramo del informe, los legistas de la querella señalaron que el ataque que terminó en el homicidio de Angeles se dio "en el contexto de una agresión sexual", según explicó una fuente con acceso al expediente.
Con esta opinión de sus peritos, Lanusse intentará en el futuro demostrar que el móvil del homicidio fue un abuso sexual no consumado por el imputado Jorge Mangeri (45) porque Angeles se defendió.
Para ello se apoyará en el ADN de Mangeri encontrado bajo tres uñas de la adolescente y en algunas de las lesiones que presentaba el portero y que para la querella fueron provocadas por arañazos de la víctima.
La querella intenta probar el ataque sexual para poder recaratular la causa como un homicidio agravado "criminis causa", es decir, cometido para ocultar otro delito y lograr la impunidad.
Angeles desapareció en el barrio porteño de Palermo el 10 de junio cuando regresaba de una clase de educación física y al día siguiente su cadáver fue hallado en la planta de tratamiento de residuos de la CEAMSE de la localidad bonaerense de José León Suárez, por lo que se estableció que la habían tirado a la basura.
Los investigadores creyeron en un principio que la adolescente podía haber sido interceptada antes de regresar a su domicilio, pero las cámaras de un edificio ubicado a 20 metros de su casa determinaron que la chica llegó al edificio donde vivía, en la calle Ravignani 2360 a las 9.50.
La pesquisa se centró entonces en el núcleo familiar hasta que la madrugada del 15 de junio, el encargado del edificio Mangeri quedó preso tras incurrir en contradicciones y haberse autoincriminado cuando declaraba como testigo ante la fiscal María Paula Asaro.