CLEVELAND, Estados Unidos.- Una pila de escombros es todo lo que quedó de la "casa del horror", donde Ariel Castro mantuvo cautivas a Michelle Knight, Amanda Berry y Georgina DeJesús durante 10 años. Momentos antes, Knight celebró repartiendo y soltando globos amarillos, en homenaje a todos los niños que están perdidos y a sus familias, que los siguen buscando.
“Quiero que todas las personas, incluyendo las madres de chicos y chicas secuestrados, sepan que pueden tener fuerzas, que pueden tener esperanzas. Y que sus hijos volverán a casa”, declaró a la cadena CNN.
Castro renunció a su hogar en la avenida Seymour, como parte de un acuerdo con los fiscales para evitar la pena de muerte. Finalmente recibió una condena a cadena perpetua, más 1.000 años en prisión, tras declararse culpable de 937 ofensas, incluidos asesinato y secuestro.
Los cargos se originaron por el secuestro, violación y agresión contra tres mujeres: Knight, secuestrada en 2002; DeJesus, secuestrada en 2004; y Berry, secuestrada en 2003. Según confirmaron los análisis de ADN, Castro es el padre de la hija de Berry, hoy de seis años.
Berry también visitó la casa y aprovechó para llevarse dibujos hechos por su hija. Con la ayuda de un vecino, ambas lograron escapar de la casa el 6 de mayo. Su emotiva llamada al 911 ya es famosa: “Ayúdeme, soy Amanda Berry. Fui secuestrado y estoy desaparecida hace diez años. Y estoy aquí. Soy libre”.