Celine y Jesse están de vacaciones en Grecia; se conocieron hace casi dos décadas, cuando eran dos jóvenes turistas, y se reencontraron diez años después en París. Ahora, alrededor de los 40 años, el peso del trabajo, las responsabilidades familiares y los altibajos de la pareja se cuelan en sus charlas y las convierten en discusiones.
Los créditos finales informan que Hawke y Delpy han participado en la elaboración del guión; quizá esto explique la fluidez y la consistencia de los diálogos de la pareja, material con el cual está edificada casi la totalidad de la película. El resto corre por cuenta de Linklater, quien, a puro cine, se las compone para vigilar que la tensión narrativa y el ritmo del filme no decaigan.
Sin dudas, quienes hayan visto las dos entregas anteriores de la saga aprovecharán mejor cada una de las escenas de este filme, pero los que nada sepan de lo acontecido hasta el momento, pueden verla sin problemas de comprensión en la trama.
Resulta gratificante comprobar que en medio de tanto efecto especial, animación computada y vértigo narrativo en la pantalla, todavía es posible apostar a un cine en el que es el diálogo lo que sostiene el interés de los espectadores. Que no es indispensable que aparezcan mutantes, zombies o robots gigantescos. Y que un puñado de excelentes interpretaciones pueden divertir (en el más estricto de los sentidos) tanto o más que una sucesión de explosiones, choques y persecuciones a gran velocidad.
CALIFICACION: EXCELENTE
Origen: Estados Unidos, 2013. Direccion: Richard Linklater. CON: Julie Delpy, Ethan Hawke, Seamus Davey-Fitzpatrick, Xenia Kalogeropoulou, Ariane Labed.Violencia: sin escenas. Sexo: con escenas. Comprension: fácil. Lo bueno: Las actuaciones de los protagonistas y el resto del elenco. EL HALLAZGO: Los diálogos mantienen el interés de la platea a lo largo de toda la película.