Moría la siesta, sacudida por la música de Tchaikovsky que brotaba de una casa en el pasaje Bertrés. LA GACETA interrumpió unos minutos un ensayo, previo a varias presentaciones. Al piano, el músico tucumano Roberto Buffo, junto a los visitantes, Emmanuel Coulombel en el chelo y Guillaume Barli en el violín.

De las incursiones francesas de Buffo -que, a instancias del compositor santiagueño-tucumanoJuan Carlos Grupalli dirigió la Opal Sinfonietta en Boulogne-Sur-Mer- surgió el trío al que han denominado Franco Argentino.

"Para mí es muy placentero tocar en Tucumán", dice Barli, mitad en francés y mitad en inglés. Vino en 2006 y 2009 y dio varios conciertos; entre ellos, estrenó la Fantasía Andina de Grupalli. Esta vez los convoca una gira de conciertos que comenzó el martes en Jujuy, sigue en Tucumán, y termina en Corrientes y Chaco.

Pieza extraordinaria

"Es la primera vez que visito Argentina. Haremos el trío de Tchaikovsky por sugerencia de Roberto, porque es una pieza extraordinaria, tal vez el trío más hermoso de la música. Y porque lo queremos tocar antes de morir", exagera Coulombel.

"En el primer momento el piano es importante, es un soporte armónico, y en el segundo se manifiestan varios estilos, con un vals, una mazurka... en él cada instrumento es importante", detalla Barli. Buffo dice que el primer movimiento se llama pieza elegíaca porque fue dedicado a Nicolai Rubinstein, mentor y profesor de Tchaikovsky en el Conservatorio de Moscú. "Es de tono fúnebre, en una forma sonata extendida enormemente -apunta-. El segundo movimiento tiene parte A y B: la A es un tema con variaciones de lo más original. Pero la última variación es tan grande que es como si fuese un tercer movimiento".

Barli y Coulombel

Si no bastara con que los músicos franceses son solistas virtuosos en violín y chelo, además son buenos pianistas. Guillaume Barli es de Ile de France (París). Es miembro de la Orquesta de la Guardia Republicana, y enseña violín en el Conservatorio de París. Emanuel Coulombel es de Picardie, muy cerca de Amiens. Tiene un conservatorio en su casa, con 10 pianos. Allí concurren 1.200 alumnos.

"Empecé en la música con el chelo, es mi trabajo. También estudié piano, pero no lo toco en concierto como solista", aclara Coulombel. El chelista integra la Orquesta Universitaria de Amiens y otra orquesta privada, Resonance, con la que dan conciertos en toda la región.

"Toco los dos instrumentos pero el violín es mi trabajo; el otro es como un juego, o un hobby. Amo todas las piezas para piano... son las más importantes del repertorio en música. Del violín amo la riqueza expresiva. Es ilimitado. Toco mucho repertorio en violín", afirma Barli.

Coulombel tiene 35 años. Barli 32, pero ambos ya han estudiado e interpretado las grandes obras para chelo y violín. A Barli ya se lo escuchó en Tucumán. Es de los músicos que no tienen dudas: toca lo que le pidan, de Brahms a Prokofiev, pasando, por supuesto, por los 24 "Caprichos" de Paganini.

MIERCOLES

• Tocaron en la Alianza Francesa, como parte de los actos por los 90 años de la institución.

VIERNES

• A las 21.30, en el Colegio Nueva América (avenida de las Américas y Perú)

SÁBADO

• A las 22, en el teatro San Martín (avenida Sarmiento y Muñecas)

DOMINGO

• A las 19, en el teatro San Martín (avenida Sarmiento y Muñecas).