El último lunes de julio planteo una dinámica informativa que obligó a construir el cuerpo central del diario, y en particular la portada, a lo largo de buena parte del día. A primera hora, el cimbronazo provocado por el papa Francisco, quien declaró que él es nadie para juzgar a los homosexuales que quieran acercarse a Dios, "reservó" lugar en la tapa. A media mañana irrumpieron los sucesos policiales: un doble homicidio y un documento fotográfico de la Justicia sobre el deplorable estado del penal de Villa Urquiza llegaron a página 1. A eso se sumaron las novedades en la pesquisa sobre la agresión a una estudiante de Arcadia. Al mediodía se resolvió darle una tercera página a Policiales. Se logró gracias a que Política resolvió ceñir en un folio su capítulo nacional. La tarde pintaba definida, pero a las 19, Economía reportó que la quema de cañaverales había ocasionado un apagón. La tapa había quedado encendida.