Poesía

PALABRA ALUCINADA

ARIADNA CHAVES

(La aguja de Buffon - Tucumán)

Fue un martes -día de brujas, pero no para mí- cuando llegó a mis manos Palabra Alucinada, el último libro de la notable poeta tucumana Ariadna Chaves. Inmediatamente frente a la tapa del libro, enmarcado por la pintura Alucinación, de Antonio Berni, me permití inferir que la autora, con el vuelo lírico que le es propio, rubricaba desde el título la indisoluble ligazón vital que existe entre la potencia de la palabra que designa, transforma e inaugura mundos, con los fulgores de la alucinación; cuando alucinación se equipara a deslumbramiento, a trascendencia, a vuelo, a encuentro. A ese encuentro con la palabra que llevó a nuestros antepasados a considerarla sagrada.

Sabido es que, desde tiempos fundacionales, la palabra ha facultado al hombre y particularmente a los poetas, para leer la realidad por dentro, para encontrarse consigo mismo y así alcanzar un secreto dialogante al cual dirigir su palpitación interior nombrando. Misterioso y excelso don artístico, que Ariadna Chaves refleja en cada uno de los versos que laten en Palabra Alucinada.

Dialógicamente la autora edifica poemas que apelan, que conmueven, que sacuden, que perfuman pero que, esencialmente, invitan a un lugar de encuentro entre la interioridad y las cosas del mundo y entre las cosas del mundo y la interioridad, para que ambos avancen hacia el corazón del hombre y diciéndose sean.

© LA GACETA

Honoria Zalaya De Nader 


Plenitud *

Por Ariadna Chaves

Para LA GACETA - TUCUMÁN


Sólo por decir tu nombre

has aligerado la mañana

y has incorporado

un planeta a la alegría.


Al conjugarse

la brisa origina su cadencia,

un manantial azul

ha nacido en mis pulmones.


Llave breve

felicidad de un instante

que al pasar,

ha enriquecido las arterias.


En la gracia inicial

se mueven las secretas formas,

hoy, sobre ese mundo

me han creado.


Porque un nombre

se ha reunido con altas cifras

del sueño y del delirio,

ahora sé que un pájaro

canta en la tierra

donde aprendemos

a vivir.


*Forma parte de Palabra alucinada.