BUENOS AIRES.- El cuerpo de una empleada doméstica que estaba desaparecida desde el viernes fue hallado dentro del pozo ciego de su casa. Ocurrió en la localidad bonaerense de Temperley y por el hecho quedó detenido su concubino, el principal sospechoso.
La víctima, identificada como Susana Beatriz Leiva, tenía 37 años y dos hijos de 10 años y 18 meses. La mujer convivía con Alberto Leandro Ponce, de 40 años y padre del bebé.
Fuentes policiales informaron que el cadáver fue hallado ayer a la mañana en la casa de la pareja, donde policías de la Jefatura Departamental de Lanús realizaron un allanamiento con perros adiestrados. Durante el procedimiento, uno de los animales apuntó a un pozo ciego ubicado en un baño. Allí estaba el cuerpo de la desaparecida, a un metro de profundidad.
Tras la intervención de bomberos y peritos, el cadáver fue retirado del pozo, que tenía un diámetro de 40 centímetros. Estaba vestido con un pulóver y un pantalón deportivo.
A simple vista, los médicos advirtieron marcas en el cuello compatibles con un estrangulamiento manual, aunque recién cuando se realice la autopsia se determinará la mecánica de la muerte.
Las fuentes señalaron que, al momento del hallazgo, Ponce no estaba en la vivienda y su bebé había quedado con sus hermanos que viven en otras dos casas ubicadas en el mismo terreno. Los investigadores comenzaron a buscar a Ponce hasta que lo encontraron en el barrio porteño de Constitución.
El hombre, que trabajaba como portero en un edificio del barrio porteño de Recoleta, llevaba su cédula de identidad, una "bocha" de cocaína y unos $ 4.000 en efectivo. Jorge Monastersky, abogado de la familia de Susana, dijo que el dinero que llevaba el individuo "hace pensar que era para darse a la fuga y mantenerse alejado de la búsqueda policial". Quedó alojado de manera provisoria en la comisaría 16ta. de la Policía Federal. (Télam)