"El ensayo empieza en 10 minutos", advierte, estricto, Iñaki Urlezaga a LA GACETA, en un rincón de la sala, mientras los 18 bailarines del Ballet Concierto se despliegan infinitamente por el suelo y por las barras para calentar el cuerpo.

"Bailaremos dos ballets: Cuentos de Chopin, con música del compositor polaco. Es una obra muy romántica que habla del amor. Son cuatro maneras de manifestarse, de sentir el amor. Cada pareja tiene su edad, su estado anímico, su tiempo, su necesidad. De eso habla la obra, de las formas de amar del ser humano. Seguramente son muchas más. Dura 40 minutos y plantea situaciones, emociones, y todos los estados de ánimo que el amor conlleva: la soledad, la felicidad, el engaño, el primer amor... tiene que ver con todo lo que sugiere la música", explica.

-¿La música de Frederic Chopin abarca algún período?

- Son estudios, mazurkas, conciertos, de todo un poco. La seleccionamos con Andrés Rizzo, un gran concertista argentino; la coreografía es mía. La hice en 2007 por primera vez, luego en 2008 y después, no muchas veces más. No es una obra con muchas funciones, los trajes están nuevitos (sonríe).

- Después viene nada menos que el Bolero de Ravel...

- Contrasta con la primera parte porque es contemporánea, moderna; no tiene un argumento pero sí un hilo conductor. Es una obra completamente realista, expresionista, realmente es un cierre diferente, un corte para la función, y creo que está bien armado el programa, como para que el público pueda ver dos cosas bien diferentes en el siglo XXI, cuando ya está todo tan presente. Me refiero a la danza contemporánea, que ha ganado tanto terreno.

- Vos estás sólidamente estructurado en la danza clásica.

- Y me gusta conservarla; apunto en mi carrera a la danza clásica. Como cualquier artista tengo la inquietud de bucear en conocimientos nuevos como lo que propone lo contemporáneo, pero no tengo la necesidad de girar el rumbo mío hacia otro lugar. Al contrario, creo que la danza madre es la clásica, y siempre que me inspiro en algo es sobre esa base, no sobre otra.

- ¿Cuáles son los referentes en el mundo hoy en día?

-Las grandes obras, los grandes teatros siempre van a marcar el rumbo. París, el Covent Garden, Rusia...

- ¿Dónde te has sentido mejor bailando?

- En el escenario. Donde me permitan hacer lo que me gusta hacer.

- ¿Cómo te definís?

- Como un artista clásico.

- ¿Qué recibís del público?

- Respeto, cariño, amor...

- ¿Cómo te llevás con el ángel bello y perfecto que ven en vos? 

- Esa es la mirada que tiene la gente, y se tendrán que hacer cargo de la situación de cada uno. Yo me hago cargo de la responsabilidad de hacer algo correcto, y nada más. Mi serenidad está en saber que hago las cosas con criterio, con seguridad, confianza y cariño.

- Desde la butaca parece que nada costara en el escenario...

- Es trabajo arduo, y mucho sacrificio.

- Respecto del Proyecto de selección para un ballet nacional y federal, ¿cuándo y dónde empezaste?

- El 22 de junio, en Ushuaia, y termino el 23 de septiembre. Voy preseleccionando bailarines para hacer una selección final, con un jurado, en septiembre.

- ¿Cómo vas con esta misión?

- Estoy muy motivado, contento, seleccionando. En algunos lugares hay más experiencia, en otros hay más talento, en otros hay más ganas. No todos los artistas son iguales ni todos llegan por el mismo camino.

- ¿Qué sentiste cuando te propusieron armar este cuerpo?

- Mucha responsabilidad, y mucha felicidad también, porque creo que es muy bueno para la Argentina que esto suceda. Estoy muy feliz de que se pueda concretar en este momento... y yo poderlo disfrutar.

- Como director del futuro ballet ¿qué carácter le darás?

- Pienso darle una identidad única, para que el público pueda acceder a un repertorio diferente, siempre dentro de lo clásico.

- ¿Tenés idea del nombre?

- Todavía no hay nada resuelto en ese aspecto. En su momento se informará desde el ministerio.

- ¿Qué te falta hacer, Iñaki?

- No sé. Iré haciendo lo que pueda hacer. Las cosas se van manifestando y uno va decidiendo en la medida en que le van saliendo oportunidades. En ese camino estoy. Este es un muy buen momento para mí.


EL PRIMER BALLET FEDERAL

Una posibilidad de trabajo para bailarines de todo el país

Urlezaga está abocado a la preseselección de dos bailarines por provincia, de entre 16 y 33 años, en un proyecto que articulan los ministerios de Desarrollo Social de la Nación y de las provincias, además del Ente Cultural de Tucumán. La audición tuvo lugar ayer, en

la sala Orestes Caviglia. "El requisito es que tengan sólida formación en danza clásica. Los elegidos viajarán a Buenos Aires. Allí la selección se hará en base a barra y centro, (la base técnica) que se priorizará en una primera etapa por sobre la base artística. Ya en una segunda instancia se juzgarán las capacidades artísticas. Así se integrará una compañía que recibirá un sueldo. Por primera vez se integrará un ballet nacional y federal con la impronta de la inclusión. Seguramente se planteará un trabajo de nivelación muy interesante, a partir del contacto con gente de todo el país. Lo destacable es que la Nación ha determinado la formación de una compañía que representará a todas las provincias. Es una posibilidad de trabajo para bailarines que les garantiza una continuidad laboral, con una cabeza que tiene trayectoria, lucimiento y formación a nivel internacional. Esto le da mucho sostén al proyecto, que parte de una base de calidad innegable", opinó Susana Robles, directora técnica del Ente Cultural.


Ya se agotaron las entradas para  la función de ballet de esta noche

Todo el mundo quiere ver bailar a Iñaki Urlezaga. Ayer, no bien se habilitó la entrega de entradas gratuitas, se agotaron, según comunicaron desde el Ente Cultural.

Bajo la dirección artística de Lilian Giovine, esta noche se presentará el Ballet Concierto, integrado por 18 bailarines de todo el país. La partenaire será la primera bailarina Eliana Figueroa.

El programa incluye, en la primera parte, "Cuentos de Chopin", con música del compositor romántico y coreografía de Urlezaga, y en la segunda, "Bolero", con música de Maurice Ravel y coreografía de Miguel Elías.