EL CAIRO.- Nueve personas murieron ayer en El Cairo tras enfrentamientos entre seguidores y opositores del derrocado presidente, Mohamed Mursi, mientras se profundiza la turbulencia en la nación más poblada del mundo árabe.
La violencia comenzó antes del amanecer cerca de una concentración de militantes de los Hermanos Musulmanes (HM) en la Universidad de El Cairo, donde seguidores de Mursi han estado acampando desde que el Ejército derrocó al político islamista a principios de mes.
Las versiones difieren sobre cómo comenzó el ataque, ya que mientras los HM denunciaron una agresión contra sus miembros pacíficos, fuentes policiales afirmaron que cientos de seguidores de Mursi pelearon con vecinos, vendedores ambulantes y otras personas en esa zona, hasta que hubo disparos y se arrojaron piedras. No se determinó la cantidad de personas heridas.
Al menos 15 autos incendiados quedaron abandonados alrededor de la universidad y había vidrios rotos sobre el pavimento cerca de un área comercial y una estación policial, que fue incendiada. "Los líderes del golpe militar siguen aterrorizando a los manifestantes pacíficos", afirmó el Partido Libertad y Justicia, brazo político de los HM.
También se registraron incidentes en la península del Sinaí, cerca de la frontera de Egipto con Israel y la Franja de Gaza palestina, donde extremistas islámicos suelen atacar a las fuerzas de seguridad. Por ello, Israel reforzó su defensa de misiles en su zona limítrofe.
El derramamiento de sangre es una muestra concreta de la inestabilidad que enfrenta Egipto, aunque el Gobierno interino que lidera Adli Manzur avanza en una hoja de ruta, apoyada por el Ejército, para realizar elecciones generales en unos seis meses.
El gabinete de Manzur está sostenido por el Frente de Salvación Nacional, formado por partidos liberales y de izquierda que apoyaron el derrocamiento de Mursi; pero no participa ningún partido islámico. (Reuters-DPA-Télam)