Kate Middleton, esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra y duquesa de Cambridge, dio a luz a un varón ayer, a las 16.24, hora de Inglaterra (12.24 hora argentina). El pequeño pesó 3,79 kilos y el padre estuvo presente durante el parto. La joven madre había sido internada en la madrugada de ayer, tal como estaba programado. Un comunicado de la Casa Real británica confirmó la noticia que tiene en vilo a los británicos desde hace varios días: "Su Alteza Real y su hijo están bien y permanecerán esta noche (por anoche) en el hospital".
El niño nació en un ala privada del hospital St. Mary de Paddington, al oeste de Londres. El parto fue asistido por Marcus Setchell, ex ginecólogo de la reina Isabel II. Ante la noticia, el príncipe Carlos de Gales expresó: "me siento enormemente orgulloso y feliz de ser abuelo por primera vez. Es un momento muy especial para Guillermo y Kate". El nacimiento fue celebrado con gritos y aplausos por miles de británicos y turistas que siguieron minuto a minuto las novedades, tanto frente a las puertas del hospital como en el Palacio de Buckingham.
El niño es el tercero en la línea de sucesión al trono británico tras su abuelo, el príncipe Carlos, y su padre, Guillermo. Además de ser futuro jefe de Estado del Reino Unido, estará al frente de la Mancomunidad de las Naciones, la asociación que une a 54 países, la mayoría ex colonias del imperio británico. Por eso la noticia también fue celebrada en otros países como Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
El nombre del pequeño no había trascendido hasta el cierre de esta edición, pero la prensa británica especulaba con que podría llamarse George o James porque hay un fuerte precedente entre los reyes con ese nombre.
Hechos curiosos
El nacimiento del "bebé real" albergó varios hechos curiosos. Sin ir más lejos, ocurrió en el mismo hospital en que la Princesa Diana había dado a luz en 1982 a Guillermo y en 1984, al príncipe Harry.
La habitación en la que se aloja no escatima en prestaciones y tiene un costo de unos 6.400 euros por noche, informaron medios británicos. El cuarto cuenta con todos los servicios imaginables en un hotel de lujo: televisión vía satélite, conexión wifi, radio, caja fuerte y pequeña nevera. Además tiene muchos detalles especiales, como una silla reclinable y artículos de tocador de lujo. Tiene también grandes ventanales, aunque están cubiertos por unas gruesas cortinas para garantizar privacidad total.
El recién nacido pasará sus primeras seis semanas de vida en la residencia que los padres de Middleton tienen en Berkshire, al sureste de Inglaterra. No obstante, la ciudadanía parece comprender ya que la duquesa se siente más segura en el domicilio familiar.
Seguramente, en los primeros días no se conocerá el nombre del bebé. Además, puede que no use apellido y que sea simplemente designado "su alteza real" o "príncipe". Si no, también podrían elegir entre Wales, Mountbatten-Windsor o Cambridge, por el título de sus padres.
Según los medios británicos, se esperaba que Middleton diera a luz el 13 de julio. Pero el parto se ha retrasado sin mayores peligros para la mamá y el bebé. El hijo de Kate y Guillermo nació dos años y tres meses después de que la pareja se haya casado en la Abadía de Westminster, en Londres, donde también se casó la reina Isabel II en 1947.
BEBIDAS Y PROTOCOLO
- En guardia.- Fotógrafos y periodistas están desde hace dos semanas apostados frente a la clínica St. Mary´s de Londres. Los reporteros que cubren el nacimiento del hijo de Kate Middleton se están convirtiendo en un reclamo turístico en sí mismo. Entre las escaleras que usan los medios para acomodar sus equipos se pueden ver notas que rezan: "do not feed the photographer" (no dar de comer al fotógrafo). En las últimas horas se unió a la guardia que hace la prensa frente al hospital un hombre con un altavoz que hace patente su descontento con la Casa Real británica. "Pasan demasiadas cosas importantes como para prestar tanta atención a este nacimiento", exclama el anónimo.
- Nada de Facebook.- En la familia real británica adoran las tradiciones, incluida la de comunicar el nacimiento con un caballete en el Palacio de Buckingham sosteniendo el folio con sello de la casa real que anuncie la noticia. Los primeros en enterarse son la reina, la familia real más importante, la familia Middleton, y al final del todo, los medios de comunicación. El nacimiento se celebra con 41 cañonazos de la Tropa Real de la Artillería Montada del Rey, que resuena en todo Londres.
- Protocolo.- El rígido protocolo británico exige multitud de requisitos como, por ejemplo, comprobar la legitimidad del bebé incluso durante su nacimiento. Desde mucho tiempo atrás es necesario que haya asistentes importantes y "reales" a los partos para comprobar que el recién nacido es realmente de sangre azul. En este caso, el arzobispo de Canterbury se designó como testigo del nacimiento.
- A beber.- Los pubs del pueblo natal de la duquesa de Cambridge, Buckleburry, se sumaron a los homenajes por el nacimiento del "bebé real". Ayer sirvieron una nueva cerveza, llamada "Heir Raiser" (El ascenso del heredero).
- Celebraciones.- La Real Casa de la Moneda también conmemorará el nacimiento emitiendo un total de 2.013 monedas de plata que regalarán a los recién nacidos que compartan fecha de cumpleaños con el hijo de los Duques de Cambridge. El Museo de Londres dedica al hijo de los Duques de Cambridge una exposición de temática infantil con recuerdos de anteriores bebés de la Familia Real inglesa. Además, las fuentes de la plaza de Trafalgar en Londres y otros puntos emblemáticos de la capital se iluminaron. En Canadá, las cataratas del Niágara se encendieron de azul. También la torre CN de Toronto y la torre Sky en Auckland se iluminaron con el nacimiento.