No estaba para sacarse las manos de los bolsillos. No estaba para cancha... Por suerte apareció el gol de Becica, el chocolate caliente que abrigó las gargantas de La Ciudadela en un clásico de tarde helada. Más de 9.000 almas acompañaron a San Martín, que devolvió gentilezas a los que le pusieron el pecho al frío y salieron debajo de las colchas para ver el triunfo de su equipo y las caras largas del rival de toda la vida.
"Quedamos muy contentos con esta concurrencia que se dio, a pesar del frío... y de la gente que trajo Atlético, que enfrió aún más todo", chicaneó de entrada José Saab. El vice presidente "santo" no perdió el tiempo y como el goleador Albano, siguió calentando el clima con el 1-0 abrochado. "Nos fue muy bien con la recaudación".
¿Se abrieron los portones del estadio para permitir el ingreso una vez comenzado el partido? Fue la pregunta obligada, ante los rumores que surgieron desde la vereda "decana", en medio del derby. "Eso fue una broma del presidente de Atlético (Mario Leito). Me la hizo a mí, así que de ahí deben haber sacado ese comentario. Pero no fue así, en absoluto", sentenció Saab. "Nada que ver. Además, eso no nos conviene económicamente", dijo. ¿Más allá de que estén en juego los $25.000 que Pálpitos Deportivos entregará al equipo que en la serie tenga la mayor concurrencia? "Puedo asegurar que la recaudación de este partido vale más que ese dinero. Mucho más", certificó Saab, confiado y en paz, anunciando que la organización fue un éxito en los controles e ingresos al estadio.
Con la mira en la revancha por la copa de invierno, Saab habló sobre las chances que tiene San Martín de quedarse con los $ 25.000 por ganar la serie y de los otros $ 25.000 por la venta de entradas. "Si en la revancha en Atlético hace este frío (4°C), yo creo que no va a ir ninguno, ja, ja. Pero bueno... Nosotros vamos a llevar unas 50 o 60 personas para que tengamos algo de público, y de calor", tiró otra chanza el dirigente, muy metido en la "guerra de las entradas".
El tiempo no acompañó, pero la gente y el triunfo fueron de la mano con San Martín. Y por esa razón el festejo fue tan cálido como un domingo de verano.