BUENOS AIRES.- La jefa de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, expresó su respaldo a "la decisión de la presidenta", Cristina Fernández, de nombrar como nuevo jefe del Ejército a César Milani, cuyo pliego será tratado hoy en el Congreso, donde el kirchnerismo asegura tener los votos para que se dé dictamen favorable.
Ante la controversia generada, Milani negó haber participado de la represión ilegal en la dictadura, al expresar que "nunca" estuvo en un centro clandestino de detención.
En tanto, el senador radical Ernesto Sanz apuntó contra los organismos de derechos humanos alineados al kirchnerismo, al afirmar que "terminan defendiendo al Gobierno" y "no" los "valores" por los que luchan.
Consultada por el nombramiento de Milani en el Ejército, pese a estar sospechado de haber participado de la represión durante la dictadura, Carlotto aseveró que "si se lo encuentra responsable, nosotros no vamos a aceptar que una persona que fue represor se encuentre en un reparto político".
De esta forma, volvió a defender la designación de Milani y ratificó que "los organismos hemos llegado a la decisión de respetar y confiar en las decisiones de la Presidenta". "La Justicia actúa. La Presidenta decide. Aceptamos y respetamos ambas cosas para llegar a una verdad", dijo a "Radio Mitre".
En tanto, Milani negó cualquier vinculación con la represión y, en una entrevista que publicó el diario "Página/12", argumentó que "todo es mentira. El trasfondo de todo es que hacen una campaña en mi contra, porque yo dije que quiero un Ejército al servicio de un proyecto nacional y popular".
Respecto de sus actividades en La Rioja y Tucumán, donde comenzó a investigarse su aparente vinculación con la desaparición de un soldado, dijo: "Nunca estuve en un centro clandestino, nunca participé de ninguna detención ni traslado". Milani se presentó el jueves ante los Tribunales de La Rioja y Tucumán para rechazar las acusaciones y ponerse a disposición de la Justicia. Al respecto, Carlotto reiteró que "no hay pruebas" de que el militar haya tenido vinculación con la represión, pero advirtió que "ninguna persona que actuó durante la dictadura tiene que estar ocupando cargos".
Frente a esta defensa, Sanz apuntó contra los organismos "K" de derechos humanos. El radical remarcó que la pertenencia de estas luchas sociales "eran del conjunto de la sociedad" porque, explicó "la bandera de los derechos humanos siempre ha sido una bandera de la sociedad". "Al pretender el Gobierno adueñarse de esas banderas, también ha logrado que organismos que la defendían, terminen defendiendo al Gobierno y no a esos valores", enfatizó. Sanz expresó que lo "más preocupante" es la "partidización de las Fuerzas Armadas" para que respondan al "proyecto nacional y popular".
Además, denunció que, con el nombramiento de Milani, el oficialismo pretende que "el Ejército haga Inteligencia Interior" y advirtió que el Gobierno "quiere que la Argentina sea una suerte de Gran Hermano donde todos somos espiados, todos somos vigilados y saben de las vidas de todos".
Sanz expresó que con "la prédica de amigo y enemigo, blanco o negro", y dijo que lo peor es que "logró el alineamiento de organizaciones que siempre han estado más allá de cualquier extremo y de cualquier pertenencia". (DyN)