BUENOS AIRES.- "Tenía pensado decir mil cosas, pero lo único que se me viene a la cabeza es gracias a ustedes. Gracias a Dios por hacerme hincha de River". La frase pertenece a Ariel Ortega (39 años) se emocionó hasta las lágrimas en el homenaje de despedida que se le realizó en el Monumental. Hubo fútbol, música, fuegos artificiales y mucha emoción ante más de 60.000 personas.
Fue una celebración de cuatro horas, que tuvo incontables manifestaciones de cariño. "Nunca viví algo así, fue muy lindo despedirme de esta manera, en mi casa", explicó. Enzo Francescoli, Américo Gallego y Ramón Díaz fueron las figuras más destacadas en el homenaje. En la cabecera local, que habitualmente ocupan "Los Borrachos del Tablón", se desplegó una bandera con la imagen del jujeño y la leyenda: "Brillará siempre".
El ex delantero, que marcó cuatro tantos, inició el amistoso con la camiseta roja de "Los Amigos de Ortega" y en el segundo tiempo recibió de manos de Ramón la casaca del "millonario". River ganó el partido 8 a 2 y uno de los goles fue convertido por Tomás, hijo de Ortega. Inmediatamente, el ídolo caminó hasta donde estaba su primogénito, lo abrazó y se puso a llorar. "Se me cumplió un sueño al ver jugar a mi hijo, cuando entró e hizo el gol, sentí mucha emoción. Por suerte salió todo bien, estoy muy contento", indicó. De modo sorpresivo, se escuchó el tema "Tuyo Siempre", de Andrés Calamaro, y el cantante ingresó al campo para saludar al jujeño. Allí, se terminó el partido y todos los protagonistas se unieron para saludar al ídolo, que logró siete títulos con River (Apertura 1991, 1993, 1994 y 1996, Clausura 2002 y 2008, y Libertadores 1996).
Con la Selección jugó los Mundiales de Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Corea-Japón 2002. Ganó la medalla de Oro en los Panamericanos 1995 y la de Plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Además, con Newell's logró el Apertura 2004.
Hubo hasta una vuelta olímpica, en la que Ortega saludó a los fanáticos, con una impecable postal de fondo de fuegos artificiales blancos y rojos para iluminar un estadio que muchas veces brilló y vibró por la magia del "Burrito". ¡Gracias por tanto fútbol crack! (Especial-DyN-Télam)