Humor, sátira, parodias, algo de stand up y grandes arreglos vocales. Lutherieces es un grupo mendocino que genera carcajadas musicales. Tal como su nombre lo indica, son algo así como un tributo a Les Luthiers. Pero con un sello personal: no usan instrumentos musicales; todo lo hacen con la voz, explicó Marcelo Hernández, quien fundó el grupo en 2005. En el marco del Julio Cultural, presentarán esta noche su nuevo espectáculo "Lutherieces en fuga".

- ¿Cómo definirías a Lutherieces? ¿Es un tributo a Les Luthiers?

- Lutherieces es un grupo de humor musical y, en ese género, el principal referente en los últimos 45 años es Les Luthiers. Por lo tanto nuestro repertorio está compuesto por obras de ellos aunque hemos investigado y trabajado a otros autores como Alejandro Dolina, Hugo Varela, Leo Maslíah y, a nivel internacional, a Peter Schickele.

- ¿Dé que se trata "Lutherieces en fuga", el espectáculo que presentarán en Tucumán?

- Es un espectáculo nuevo, tenemos tres previos ya presentados. Es una intriga policíaca en tono de comedia musical, inspirada en Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie, y en una obra de Les Luthiers llamada Quién mató Tom McCoffee. A lo largo del show se van mostrando distintos testimonios que van a conducir a un final inesperado. En medio de esos testimonios interpretamos clásicos de Les Luthiers, con dos salvedades: por un lado, los hacemos todos a capella porque nosotros no usamos instrumentos, sino arreglos vocales muy complejos, a seis y siete voces; y por el otro, desarrollamos nuestras propias puestas en escena.

- ¿Cómo preparan cada show y cuanto tiempo invierten en ellos?

- En este show tardamos casi tres años. Hay que aclarar que Lutherieces no funciona como Les Luthiers: no es un grupo estanco de personas, sino que tenemos una concepción móvil y la banda puede estar integrada por distintas personas que se van sumando de acuerdo con el proyecto. Por ejemplo, en Tucumán habrá seis personas en escena. El trabajo más complicado no pasa por los ensayos, sino por el armado del show: la selección del repertorio, la confección de los arreglos vocales, el diseño de las puestas en escena. Y no somos los que estamos en escena los que necesariamente hacemos todo. Yo soy el director general del grupo y voy contactando distintos profesionales para cada cosa: hay un equipo interdisciplinario de gente que va trabajando en cada espectáculo.

- ¿Cuál fue el desafío más grande, teniendo en cuenta que Les Luthiers era el norte?

- Hay distintos desafíos. El principal es demostrar que se puede pasar un buen momento en el cual se escuche muy buena música y en que la gente se divierta sin golpes bajos, sin malas palabras y sin agresividades de tipo sexista o discriminatorias. El segundo desafío, partiendo de la base de que interpretamos mayormente obras de Les Luthiers, era alejarse del cover porque Les Luthiers son fantásticos y únicos y un cover de ellos me parece hasta de mal gusto. Entonces el trabajo pasó por el tema de hacer nuestros propios arreglos musicales y nuestras puestas. Por ejemplo, una de las obras que integran nuestro repertorio es Lazy Daisy. Cuando nos pusimos trabajar en ella, consultamos a Les Luthiers qué habían pretendido hacer con ella y nos dijeron que era un homenaje a un grupo vocal de la década del 30 que se llamaba Mils Brothers. Entonces, nuestro arreglo se parece mucho más a Mils Brothers que a Les Luthiers. No es que tomamos la obra de Les Luthiers y hacemos un arreglo, sino que investigamos y vamos más allá.

- ¿Cómo es su relación con ellos?

- Soy amigo personal de algunos integrantes de Les Luthiers desde hace más de 20 años e incluso soy parte del Centro de Amigos de Les Luthiers. Lo que puedo contar es que es imitable y admirable el rigor y la obsesión con los que trabajan. En Argentina no estamos acostumbrados a que un grupo que ha ganado todo lo que se puede llegar a ganar en el país, que ganó el Grammy y otros premios internacionales, y que en los últimos cinco años ha estado nominado al premio Príncipe de Asturias, trabaje con cada vez más rigor. Eso es remarcable.

- ¿Alguna anécdota?

- Un dato interesante es que la génesis de Les Luthiers fue en Tucumán. Al principio de los 60 se desarrolló una intensa actividad coral universitaria en argentina y se generaron los encuentros nacionales de coros universitarios. La mayoría de los integrantes de Les Luthiers formaba parte del coro de la Facultad de Ingeniería de la UBA. Al finalizar estos encuentros se hacían obras mas livianas, tipo fogones y fue en el encuentro que se realizó en Tucumán, en 1965, donde Gerardo Massana estrenó la Cantata Modatón, que es el Opus 1 de Les Luthiers, ahí arranca el grupo. Después esa canción mutó a la Cantata Laxatón, cuya música está inspirada en La Pasión según San Mateo, de Bach, y cuya letra es el prospecto de un laxante. Así que los tucumanos fueron testigos del génesis del mayor exponente del humor musical latinoamericano. Por eso estamos muy ansiosos y entusiasmados de visitar Tucumán; necesitábamos estar en ese lugar donde tuvo origen mucho de lo que nosotros hacemos. 


ACTÚA HOY

• A las 22 en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265).