Gatilló seis veces, en total, pero increíblemente ninguna de las balas hirió a nadie. Las víctimas de un violento asalto fueron un matrimonio y su hija, quienes se enfrentaron al delincuente en Marcos Paz al 800. Luego intervino un policía, que finalmente aprehendió al ladrón. Isolina Sánchez estaba al frente del drugstore "Tati" que tiene la familia en Marcos Paz, casi esquina Salta. Eran las 17.10 cuando entró un hombre a pedirle una tarjeta telefónica. La mujer no terminó de darse vuelta para buscar el plástico cuando el individuo caminó alrededor del mostrador, se paró a su lado y la apuntó con un arma.
Mientras amenazaba con dispararle, el ladrón guardó todas las tarjetas y el dinero que había en la caja. Pero después escuchó el ruido de un televisor que provenía de atrás del comercio. Entonces tomó a Isolina de rehén y la llevó por un pasillo que comunica el drugstore con una peluquería donde trabaja el marido de la mujer, Roberto Bollea.
Al notar la presencia de un individuo armado que amenazaba a su esposa, Roberto metió una mano en el bolsillo para buscar dinero y entregárselo al ladrón. Pero el asaltante interpretó ese gesto como un ataque -las víctimas suponen que pensó que Roberto sacaría un arma- y accionó el gatillo apuntando al hombre.
"Gracias a Dios el tiro nunca salió y mi mamá se tiró sobre el delincuente para evitar que le haga algo a mi papá", contó Belén Bollea, hija del matrimonio. Según el relato de la joven de 22 años, Isolina forcejeó con el ladrón. En ese momento, volvió a gatillar pero el disparo tampoco salió.
Tiros y persecución
"El tipo trastabilló con unas cajas que había en el piso y salió corriendo del negocio", agregó Belén, que en ese momento estaba parada en la vereda esperando que pasara la Maratón Independencia.
"¡Me robaron!", gritó Roberto desde la puerta del local. Esas palabras hicieron reaccionar a la joven, que es estudiante de Educación Física y comenzó a correr detrás del ladrón por calle Marcos Paz hacia el este.
Hasta que llegaron a Junín, donde el asaltante le disparó tres veces -recordó Belén- pero ninguno de los tiros alcanzó a la joven, que lejos de atemorizarse continuaba siguiéndolo. La intervención de Belén finalizó en la esquina de Marcos Paz y Junín, donde vio que había un policía parado afuera de una farmacia y le pidió ayuda a gritos, avisándole que era un ladrón.
El uniformado era el cabo Javier Pacheco, que pertenece a la división Criminalística de la Policía, pero a esa hora prestaba servicios adicionales en la farmacia "América". Pacheco hizo un tiro para amedrentar al delincuente, pero el individuo respondió con otro disparo. La persecución se extendió a lo largo de 50 metros más hasta que el policía consiguió atraparlo sobre calle Junín, entre Marcos Paz y Corrientes.
Pacheco dijo que el ladrón tiene 27 años y quedó aprehendido en la seccional 1ª. El arma con la que intentó agredir a las víctimas quedó secuestrada.