LONDRES, Inglaterra.- El argentino Juan Martín del Potro luchará el viernes contra el serbio Novak Djokovic por un puesto en la final del torneo de tenis de Wimbledon después de ganar hoy al español David Ferrer en los cuartos de final.
Número ocho del ranking, Del Potro batió por 6-2, 6-4 y 7-6 (7-5) al español sobre el césped de la cancha central, mientras que Djokovic ganó por 7-6 (7-5), 6-4 y 6-3 al checo Tomas Berdych en un duelo que terminó a la misma hora y disputado en la segunda pista del complejo.
"Estoy tan feliz de estar en semifinales. Sentí mucho dolor en el inicio del partido, pero el doctor me dio unas píldoras mágicas y pude finalizar el partido. Jugué mi mejor tenis en este partido", dijo Del Potro, que está por tercera vez en su carrera en las semifinales de un torneo de Grand Slam.
Tras una temporada irregular, el argentino consumó hoy una de las mejores victorias de su carrera e impidió a Ferrer ser el quinto español en alcanzar las semifinales masculinas en Wimbledon.
Pese a tener la rodilla izquierda maltrecha, el argentino sacó su mejor repertorio para ganar a Ferrer en 2:16 horas de juego, un resultado que nadie hubiera imaginado a los pocos minutos de que comenzara el encuentro.
Recién se habían jugado cinco puntos, Del Potro corrió a por una pelota en el fondo de la cancha y tras torcerse la rodilla izquierda cayó aparatosamente al piso.
La temida rodilla que hizo poner en duda su presencia antes del partido de octavos ante el italiano Andreas Seppi, hacía presagiar lo peor para el argentino.
Del Potro quedó tendido varios segundos en el césped, con gestos de mucho dolor y al borde del llanto. Su continuidad era una verdadera incógnita, pero tras pedir al fisio de urgencia y tomarse un calmante, decidió probar unos juegos más.
Era break point para el argentino, pero Ferrer, que llegaba al partido de hoy con el tobillo inflamado por un esguince, pudo sacar adelante el primer juego del partido después de 13 minutos.
Del Potro apenas podía correr, pero sus golpes mantenían su máxima precisión y el encuentro tomó entonces un rumbo inesperado.
A pura potencia, el argentino quebró en el tercer game y tomó el comando del encuentro. Paradójicamente, la lesión lo hacía acentuar aún más su estrategia de atacar todo el tiempo y jugar puntos lo más cortos posibles.
Obligado por el físico, Del Potro sacó su mejor reportorio, el mismo que lo vio ganar el Abierto de Estados Unidos en 2009: reveses paralelos ganadores, cruzados, passings, derechazos furiosos y sobre todo un saque imparable.
El argentino se llevó así los dos primeros sets con autoridad, y pese a la resistencia de Ferrer en una tercera manga que se extendió hasta el tie break, Del Potro definió el encuentro con un espectacular revés paralelo tras un largo peloteo.
A unos cuantos metros de ese estadio, Djokovic, el número uno del mundo pero relegado a la segunda cancha, no daba opción alguna a un Berdych que desperdició el único momento de desconcentración del serbio.
El checo iba 3-0 y servicio a favor en la tercera manga, pero Djokovic remontó el set y avanzó a unas nuevas semifinales de Grand Slam. (Dpa)