BUENOS AIRES.- El senador del Frente para la Victoria Aníbal Fernández volvió a replicar a la monja Marta Pelloni, que lo acusó durante el fin de semana de obstruir la lucha contra la trata de personas.
"Está haciendo algún tipo de gesto de pertenencia en el grupo que ella participa y lo único que saca de ventaja es discutir una determinada cosa conmigo porque soy el único que trabaja el tema de trata", afirmó el legislador en declaraciones a Radio 10.
En el marco de la Semana Social organizada por la Iglesia en Mar del Plata, la monja reveló que le había pedido al ex jefe de Gabinete que "no hable de clientes, que hable de prostituyentes, de compradores de sexo, porque un cliente es para algo bueno" y aseguró: "mientras esté Aníbal Fernández como senador, algunas cosas no van a cambiar".
Pelloni trascendió a la vida pública por su acompañamiento en la búsqueda de Justicia por el crimen de la joven María Soledad Morales en Catamarca, ocurrido en septiembre de 1990.
En respuesta, el senador volvió a acusarla de mentirosa. "Pelloni se la agarró conmigo y no entiendo por qué; está mintiendo", reiteró, y remarcó que nunca antes de su llegada al Congreso "se había legislado sobre la trata". Según Fernández, desde que se sancionó la ley de trata en la Argentina -a la que él ayudo a impulsar-, se pudo conseguir la "liberación" de más de 4.000 mujeres sometidas.
"Vamos contra aquél que está consumiendo sexo sabiendo o debiendo saber que esa mujer es objeto de trata. Es más fácil de lo que se imaginan porque en los lugares que tienen mujeres como objetos de trata tiene características singulares, son tugurios", consideró.
Fernández calificó que "el prostituyente es el consumidor" y que "el consumo de sexo de una mujer objeto de trata es punible". Por ese motivo, enfatizó que no acepta "bajo ningún punto de vista que la prostitución sea un trabajo" por lo que iguala los conceptos de prostitución con trata de persona.
"Si hay un muchacho objeto de trata estamos en las mismas condiciones, no hay separación de género", advirtió.