A través de un comunicado, Carbap (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa) señaló que las erróneas políticas trigueras del Gobierno nacional hicieron perder al país, a los productores y a los consumidores tanto dinero como la seguridad del pan en la mesa, sin que ningún funcionario se haga responsable por ello. "Sabemos claramente que esto no hubiera sido posible sin la inestimable colaboración del gobernador de la provincia de Buenos Aires -donde se cultiva el 60% del trigo- y de su ministro de Asuntos Agrarios, Gustavo Arrieta, quienes nada han hecho para impedir esta situación", agrega el parte.
"Los consumidores son rehenes de un relato de ficción sobre el cuidado de la mesa de los argentinos, mientras tienen que pagar cada vez más caro el pan sin otra justificación verdadera que es la que provoca la intervención gubernamental en los mercados, y una inflación que eleva los costos productivos de la actividad", expresó.
En tanto, la entidad sostuvo que el Gobierno produjo un escenario en el que los molinos se aprovechaban de los productores pagándoles el menor precio posible de trigo, financiando así a la industria molinera mientras el precio del pan "sube sin pausa".
"Como corolario de esta nefasta política, el productor fue dejando de sembrar trigo por falta de rentabilidad y el consumidor -otro rehén- tiene que dejar de comprar el pan, todos los días, por el desorbitado precio que conlleva, dejando en evidencia lo poco que le importa a este Gobierno la 'mesa de los argentinos', un cliché propagandístico y marketinero que lejos está de internalizarse en sus funcionarios". Añade Carbap que con estas políticas, "sólo se pretende enmascarar las protecciones del Gobierno a determinados eslabones productivos", añadió.
La entidad concluye que "el productor perdió, el consumidor perdió y el país perdió". "Desde Carbap advertimos, una vez más, que dada la gran caída del área sembrada con trigo, este cereal hoy no admite retenciones ni la implementación de un complicado y poco creíble sistema para devolver retenciones mediante un fideicomiso", añade. "De persistir estas políticas y de mantenerse los actuales precios internacionales, el área de siembra continuará viéndose disminuida en extensión, y todos los argentinos seguiremos perdiendo", advierte el comunicado.