El protagonista de la fiesta era Miguel Ángel Carletti: asumía, en reemplazo de Edmundo Bórquez, como subsecretario de Política Administrativa y de Gestión, el área conducida por Mauro Feldman. Pero los micrófonos apuntaron al rector de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Juan Alberto Cerisola. Sucede que la jura de Carletti se dio un día después de que el Consejo Superior votó una resolución que admite que la reforma del estatuto resulta necesaria, pero que no sería conveniente que se realice durante esta gestión.

"Hay un estatuto vigente, y hasta tanto se lo reforme no puede cambiarse la forma de manejar la universidad. Ayer, en un comunicado que encabecé yo junto con los decanos y que el Consejo Superior hizo suyo, se comentó de la inoportunidad de que en estos tiempos políticos que viven el país, la provincia y quizá la misma UNT se trate esa reforma", dijo Cerisola. E insistió: "no es conveniente en estos tiempos de la Universidad, que está empezando un proceso político de renovación total de autoridades, hacer ningún tipo de reforma del estatuto. Ayer (por el martes) se planteó que con nuevas autoridades tendría que realizarse la reforma. (Estas) quizá no realicen ninguna reforma. No lo sé; futurista no soy".

Carletti, en tanto, confió que las autoridades le pidieron gestión. "Receptamos las necesidades de las distintas facultades, y nos abocaremos eficientemente a resolver los problemas que se vayan planteando, haciendo hincapié en el Centenario", dijo.